Por: Dirigentes Localidad Suroriente de Barranquilla
Ante los hechos de sangre ocurridos en la ciudad, la percepción de los ciudadanos es que no hay autoridad local y las calles están en manos de la delincuencia.
Los dirigentes de la Alianza Política Pacto Histórico del Suroriente de Barranquilla y representantes de las diferentes organizaciones de base que tienen asiento en la localidad, preocupados por la peligrosa ola de inseguridad que azota sus 36 barrios y las localidades circunvecinas, incluso, el municipio de Soledad, reclaman ante las autoridades locales mayor pie de fuerza policiva y de investigación judicial, además de implementar políticas públicas reales que resuelvan los problemas de vulnerabilidad social de los habitantes, desatención que se convierte en caldo de cultivo para que aumente el ocio y la delincuencia.
La opinión de la ciudadanía es que el alcalde Jaime Pumarejo se ha dedicado a invertir los recursos en obras de cemento y arena y ha abandonado el tema social, a los sectores populares y la juventud, sin oportunidades de empleo, educación, recreación y cultura, presa fácil de ser captados por estas organizaciones delincuenciales.
Teniendo en cuenta esta situación, es por ello que reclamamos:
1. Hacer verdaderamente efectivo el Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana mediante programas que se reflejen hacia la comunidad, priorizando la prevención, de tal manera que garantice una verdadera resocialización a los jóvenes integrantes de pandillas que voluntariamente quieran someterse a este Programa, con garantías reales otorgadas por el Estado, para que no distraigan estos recursos en otros gastos invisibles.
2. Sacar a la policía y a la investigación judicial a la calle, que la sociedad civil vea su presencia y se sientan seguros, generando verdaderas garantías psicosociales, con mayor compromiso incluso en las mal llamadas recompensas, de las cuales no se conocen resultados, solo denuncias por el incumplimiento de estos incentivos, y paralelo a esto, que los ciudadanos pagamos mensualmente el impuesto a la seguridad ciudadana, seguridad que no se ve reflejada en ninguna de las cinco localidades en que se encuentra dividida la ciudad.
3. Ejercer mayor control en las cárceles y demás sitios de reclusión existentes en la ciudad, para evitar la venta del microtráfico y la tenencia de armas al interior de estos establecimientos.
4. Regular fiestas callejeras y establecimientos nocturnos, que garantice la protección del Derecho a la Vida.
5. Fortalecer las organizaciones comunitarias de base, de manera efectiva de reconocer y guiar la vecindad hacia propósitos enmarcados en el desarrollo y progreso de sus comunidades, recuperando los espacios públicos y respetando las ideas, las propuestas y los criterios de cada ciudadano.
6. Ejecutar las inversiones reales en consumo cultural y uso del tiempo libre a toda la población, especialmente en jóvenes propensos a ser cooptados por pandillas y organizaciones criminales. Implementarles políticas de emprendimiento micro empresarial con aporte de capital semilla o créditos bajos para ganarle la batalla a los prestamistas cobra diarios.
7. Constituir frentes de seguridad funcionales y realmente operativos, entre la sociedad civil y la policía nacional, que permita una comunicación directa, eficaz y confiable entre los ciudadanos y la fuerza pública, para combatir situaciones de amenaza o de violencia, que atente contra la integridad física de las personas.
8. Suscitar un Cabildo Abierto desde el Concejo Distrital en la Localidad con presencia de autoridades civiles, judiciales, académicas, políticas, comunales y policivas, ojalá con presencia del Gobierno Central y del mismo presidente Gustavo Petro, donde se traten temas estructurales de la ciudad y de los municipios del Departamento del Atlántico, dándole prioridad al tema de la seguridad.
El llamado, ante todo, es al alcalde Distrital para que asuma su mandato constitucional como máxima autoridad del Distrito y como jefe de la policía local, para que garantice la protección del derecho a la vida de todos los ciudadanos, la sana convivencia, y la Integralidad en la defensa de los derechos humanos de la población.
La implementación de estas acciones conlleva a una articulación de fuerzas entre el gobierno local, la fuerza pública y la comunidad, en búsqueda de una solución integral al grave problema de inseguridad existente en Barranquilla y en el municipio de Soledad.
Se requieren unos cambios estructurales para combatir el crimen y la violencia, generada por grupos al margen de la Ley, que deben someterse a las políticas de cambio y transformación que requiere y ha emprendido nuestro país, en la búsqueda de la paz total que tanto anhelan todos los colombianos.