No botes el voto y participa en el ejercicio democrático

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En un país democrático es menester y vital el ejercicio del voto popular para que así se pueda celebrar la elección de algún aspirante a alguna candidatura.

Es importante que para cambiar las decisiones o transformarlas de una sociedad democrática haya libertad a la hora de realizar esta función.

Los políticos tradicionales siempre se inflan de orgullo de una política justa y sana, pero se valen del poder económico para amenazar a sus subalternos o empleados con despedirlos si no votan por el aspirante con que estos inescrupulosos de la moral y el poder tienen como opción. Razon para perpetuarse en el dominio político, económico y hasta tendencia social de una comunidad.

De acuerdo a lo anterior, forjan una organización compleja en donde hay diferentes lideres en cada sector que llenan planillas, no solo los mismos empleados que le trabajan a un gerente, sino sus familiares y este llena los datos de las personas en «reuniones»

Como consecuencia, al final de cada votación se le entrega a la persona que vendió el voto entre $50.000 y $60.000. Y a los líderes también o como se acuerde.

Entonces aquí entre líneas se manejan dos problemas agudos y delicados que van en contra de un sistema democtatico.

Lo primero es el absolutismo en el poder de los gobernantes, al vender la conciencia de decisiones de los empleados y lo peor, no dar oportunidades.

Segundo. Se ejercerá una sola ideología y las oposiciones quedarán solo en la idea ya que lo que tiene validez y principios fundamentales están dentro de la «normatividad, ética y convivencia».

No menos importante, nace la constitución de las mafias en donde los delitos de corrupción al sufragante y financiamiento ilegal de las campañas, impacta negativamente en dos pilares de la democracia moderna: la representación y las elecciones; profundizando las desigualdades sociales.

Y esto se evidencia con el mismo ejercicio oscuro que afecta en especial a los más pobres, siendo estos, paradójicamente, los más propensos a participar en la transacción.

Ante este panorama si llega a acontecer, como siempre ha ocurrido, no dejaremos de vivir el sistema de timocracia, la burocracia y el poder Autónomo e individualista de un grupo minoritario sobre toda una población.

Desgraciadamente, en una nación como Colombia, la confianza que se le tiene a un gobernante es baja.

Lo anterior trae como consecuencia la negación del derecho a opinar ante las elecciones. O peor, ser marionetas de quien tenga el poder en sus manos.

Y es vital informar que el delito de trasteo de votos o electores tendrá una pena de cárcel de 4 a 9 años y el delito de compra y venta de votos tendrá una pena de cárcel de 4 a 7.5 años.

Así que es mejor salir a votar, así sea en blanco para mostrar incredulidad de las personas que aspiren a un cargo…

¡No bote el voto.!