*La psoriasis es una enfermedad crónica, inflamatoria y no transmisible de la piel, que afecta a cerca de 125 millones de personas en el mundo de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
La psoriasis es una enfermedad crónica, inflamatoria y no transmisible de la piel, que afecta a cerca de 125 millones de personas en el mundo de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. En el caso puntual de Colombia, un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad Javeriana y el Hospital Universitario San Ignacio asegura que la prevalencia de esta enfermedad es del 0,069 %. No obstante, estas cifras podrían ser mayores si se tiene en cuenta que los pacientes con psoriasis siguen viéndose afectados por un subdiagnóstico importante en algunos casos.
De acuerdo con la Clínica Mayo, el principal signo de esta enfermedad es la aparición de placas rojas y escamosas que pican, sobre todo en rodillas, codos, tronco y cuero cabelludo. Aunque las placas suelen variar de persona a persona, tienden a agrietar la piel y secarla, incluso llegando al punto de sangrar.
Pero, si los síntomas son conocidos y hay evidencia suficiente, ¿por qué aún hoy se presenta un déficit en el diagnóstico de la patología? Pues bien, es la característica llamativa de la psoriasis y sus brotes la responsable de que quienes la padecen hayan sido aislados y estigmatizados durante décadas, al punto de no querer consultar por miedo al rechazo.
Así lo afirma la dermatóloga Esperanza Meléndez Ramírez, quien asegura que “el estigma que se ha creado alrededor de los pacientes de psoriasis radica sobre todo en el hecho de que las personas creen erróneamente que esta es una enfermedad contagiosa, ya que se manifiesta en la piel, que es nuestro primer contacto hacia el mundo exterior. Ese prejuicio ha complicado la llegada a tiempo de los pacientes, porque muchos prefieren esconderse para no ser señalados”.
En ese sentido, cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, como una oportunidad para hablar de esta enfermedad y crear consciencia alrededor de la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, que pueden ser claves en la reducción de los síntomas.
Aunque esta es una enfermedad crónica, es decir que no tiene cura, existen tratamientos innovadores en la actualidad con un enfoque integral para ayudar a restablecer el equilibrio del sistema inmunitario. El uso de una u otra opción dependerá de la gravedad del diagnóstico y la necesidad de cada paciente, según criterio del médico tratante.
De acuerdo con la médica reumatóloga y presidenta de la Asociación Colombiana de Reumatología, Diana Gil Calderón, “es crucial que las personas entiendan que la psoriasis no es contagiosa, ya que tiene su origen en una proliferación exagerada de células de la piel, como respuesta a la activación del sistema inmunitario en regiones cutáneas focales. De hecho, puede existir una predisposición genética que se active años más tarde por algún factor externo, como infecciones, lesiones en la piel, tabaquismo, alcoholismo y ciertos medicamentos”.
Para la doctora Gil, la importancia de detectar los síntomas de la psoriasis desde un primer momento no solo radica en el manejo adecuado de las manifestaciones en la piel, sino en la prevención de otras patologías como la artritis psoriásica que puede presentarse asociada a las manifestaciones cutáneas.
“El hecho de que la psoriasis afecte las partes visibles de la piel y tenga un aspecto tan llamativo puede conducir, como ya se ha estudiado, al desarrollo de problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Sabemos que más del 30 % de pacientes pediátricos de psoriasis presentan estas asociaciones con patologías psiquiátricas, que pueden persistir durante toda su vida. Por eso tenemos el imperativo de actuar a tiempo”, precisa la presidenta de la Asociación Colombiana de Reumatología.
En aras de la concientización alrededor de la psoriasis, el llamado general es a consultar al especialista ante cualquier sospecha de la enfermedad, sobre todo si ya hay presencia de brotes graves o generalizados y estos causan malestar y dolor, pero también si al paciente le preocupa el aspecto de su piel y este no mejora con el tratamiento.
Como parte del tratamiento de la psoriasis, algunos expertos recomiendan también apoyarse en medidas de autocuidado que pueden mejorar el pronóstico de la enfermedad, como bañarse diariamente, mantener la piel hidratada, evitar rascarse, mantener una temperatura corporal fresca, una alimentación balanceada y un peso saludable. Reducir el estrés en el día a día también puede ayudar a controlar los brotes de psoriasis y la picazón.