*Autoridades de salud reportan la mayoría de casos en el departamento del Amazonas. *Se emiten recomendaciones de prevención y control vectorial como medidas para evitar la propagación.
La Secretaría de Salud del Atlántico dio un parte de tranquilidad al departamento, ya que al momento no hay evidencia científica de presencia del virus Oropouche en el territorio.
El secretario de Salud del Atlántico, Luís Carlos Fajardo Jordán, explicó que el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Departamento (SIVIGILA) ha analizado muestras serológicas, confirmadas por el Instituto Nacional de Salud INS, pero en ninguna se ha detectado presencia de este virus, el cual se transmite por el mosquito Culicoides Paraensis, sin embargo la vigilancia sigue en alerta ante cualquier eventual caso.
El secretario señaló que en Colombia el INS ha comprobado 57 casos, de los cuales, 55 se presentaron en el departamento del Amazonas, pero ninguno en el Atlántico.
Lo anterior confirma lo publicado en un estudio de febrero de 2024, por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que indica que los brotes por virus Oropouche registrados en los últimos diez años han tenido lugar principalmente en la región amazónica.
Ese mismo informe señala que la fiebre de Oropouche es una enfermedad emergente en la región amazónica, que ha afectado a varios países de América Latina, que se transmite por la picadura del mosquito Culicoides paraensis y produce un cuadro similar al dengue.
El virus tiene un periodo de incubación de 4 a 8 días, el inicio es súbito, generalmente presenta síntomas como fiebre, cefalea (dolor de cabeza), dolores en huesos y/o articulaciones, escalofríos, y a veces náuseas acompañadas de vómitos persistentes hasta 5 a 7 días, asó como ocasionalmente puede presentarse meningitis aséptica.
No obstante, la mayoría de los casos se recuperan dentro de los siete días y en algunos pacientes la convalecencia puede demorar semanas.
Cabe indicar que en el país, un estudio publicado a finales de 2022, realizado por la Universidad Nacional de Colombia, dio cuenta de 87 casos ocurridos entre 2019 y 2021, en cuatro ciudades del país: Cúcuta (3 casos), Cali (3 casos), Leticia (43 casos) y Villavicencio (38 casos), los cuales fueron identificados a través del análisis retrospectivo por laboratorio de muestras de casos de enfermedad febril aguda. Los casos fueron confirmados por el laboratorio de su sede en Medellín y sus resultados fueron corroborados por el Laboratorio Nacional de Referencia del Instituto Nacional de Salud en 2023.
Ahora bien, el secretario de Salud alertó a la población a estar atentas sí presentan los síntomas como los mencionados para que se acerquen a los servicios médicos, ya que podría tratarse de dengue.
PREVENCIÓN Y CONTROL VECTORIAL
No obstante, la prevención y control vectorial deben ser medidas para evitar la propagación del virus, mediante la identificación y eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de los vectores, a través de evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo del mosquito; asimismo, vigilar el rellenado o drenaje de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras y criaderos de larvas de mosquitos; también eliminar malezas alrededor de las casas.
Adicionalmente, la Secretaría de Salud recomienda tomar medidas para prevenir la picadura de los mosquitos, a través de la protección de las viviendas con anjeos o mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas; uso de prendas de vestir que cubran piernas y brazos, como de repelentes, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su uso debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
Asimismo, uso de mosquiteros o toldos, evitar las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los mosquitos, es decir, al amanecer y atardecer; además, en el caso de personas con mayor riesgo de picadura, como trabajadores del campo, se recomienda el uso de prendas que cubran las partes expuestas del cuerpo.