“Comisarías de Familia en el Atlántico, un sistema en crisis que revictimiza a las mujeres”: Alejandra Moreno

57

Por GERMAN AGÁMEZ

Alejandra Moreno Astwood.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la situación de las Comisarías de Familia en el departamento del Atlántico ha encendido las alarmas. A pesar de su papel fundamental en la protección y atención de las víctimas de violencia intrafamiliar y de género, estas instituciones enfrentan una profunda crisis que afecta su funcionamiento, calidad de servicio e infraestructura.

La diputada Alejandra Moreno Astwood alzó su voz para denunciar la grave situación en la que se encuentran estas entidades y el impacto que esto tiene en las personas que buscan ayuda. “Es inaceptable que las comisarías sigan trabajando en condiciones que las revictimizan. El 80 % de las Comisarías presentan deficiencias en infraestructura y en la prestación de servicios”, afirmó.

Un panorama preocupante: violencia y falta de respuesta efectiva

En lo que va de 2024, el Atlántico ha registrado 11 feminicidios, un alarmante reflejo de la violencia de género en la región. Sin embargo, las Comisarías de Familia, que deberían ser espacios seguros y de atención integral para las víctimas, no están cumpliendo con este propósito.

Según Moreno, muchas de estas instituciones no cuentan con atención 24/7, lo que deja a las víctimas sin opciones inmediatas durante emergencias. Además, la infraestructura de las comisarías en varios municipios no solo es precaria, sino que no ofrece condiciones mínimas de privacidad para atender casos delicados.

“Es necesario garantizar que las víctimas puedan ser escuchadas en espacios seguros, sin la amenaza de ser expuestas o revictimizadas. Sin embargo, muy pocas comisarías tienen áreas adecuadas para ello”, destacó la diputada.

Falta de equipos interdisciplinarios y atención integral

Otra de las grandes falencias es la ausencia de equipos interdisciplinarios completos, conformados por psicólogos, trabajadores sociales y abogados, que son esenciales para brindar un acompañamiento integral. Sin estos recursos, el apoyo que reciben las víctimas es limitado y poco efectivo.

Además, Moreno hizo un llamado a incluir dentro de la atención un plan de salud mental no solo para las víctimas, sino también para los comisarios y sus equipos, quienes enfrentan situaciones de alto estrés y desgaste emocional.

El incumplimiento de una ordenanza clave

En 2021, se promulgó la ordenanza 000530, que establece la creación de la Red Departamental de Comisarías de Familia, con el objetivo de articular esfuerzos entre diferentes entidades de la Gobernación para mejorar la atención a las víctimas de violencia de género. Sin embargo, según la diputada, los avances han sido nulos.

“A pesar de que esta ordenanza está vigente, hasta ahora solo hemos visto reuniones y promesas. Mientras tanto, las comisarías siguen en pésimas condiciones”, señaló Moreno.

La falta de acciones concretas por parte de la Gobernación y las secretarías responsables, como la Secretaría del Interior, la Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Salud, ha perpetuado las deficiencias en estas instituciones.

El llamado de Moreno: Urge un cambio inmediato

En su intervención, Moreno envió un S.O.S. para que se prioricen las inversiones necesarias en las Comisarías de Familia. Según ella, no solo es una cuestión de mejorar infraestructuras, sino también de garantizar un servicio que respete la dignidad de las víctimas y les brinde soluciones reales.

“Necesitamos un trabajo en equipo entre todas las entidades involucradas. No podemos seguir permitiendo que las víctimas enfrenten más obstáculos al buscar ayuda. Esto no solo pone en riesgo su bienestar, sino también sus vidas”, afirmó.

Las víctimas merecen un mejor trato

La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer debería ser un recordatorio de los compromisos pendientes en la lucha por la igualdad y la justicia. Sin embargo, en el Atlántico, la crisis de las Comisarías de Familia es un ejemplo claro de cómo la falta de acción y voluntad política puede revictimizar a quienes más necesitan apoyo.

“Hacemos un llamado para que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y garanticen que las Comisarías de Familia en el Atlántico cumplan con su misión de proteger y atender a las víctimas de manera integral, digna y efectiva. La violencia de género no puede esperar, y las instituciones responsables tampoco deberían hacerlo. Es hora de actuar”, concluyó Alejandra Moreno.