Por José David Name
En veremos se encuentra el inicio de las obras contempladas en la APP del Canal del Dique, uno de los tantos proyectos que permanece estancado por las negativas y talanqueras al desarrollo en el país, que mantiene la Ministra de Ambiente, Susana Muhamad. La incertidumbre por los retrasos en el proceso de licenciamiento ambiental tiene en zozobra a las comunidades ribereñas de municipios de Atlántico, Bolívar y Sucre, quienes temen un nuevo fracaso del proyecto y con ello la posibilidad de peores inundaciones y graves daños ambientales.
Con un país que tiene costas sobre el mar Caribe, los Océanos Atlántico y Pacífico y una arteria fluvial de alto impacto como el Río Grande de la Magdalena, es esencial entender la importancia e incidencia que tienen estos cuerpos de agua en la competitividad, la conectividad y el desarrollo socioeconómico de los colombianos. Sin embargo, posiciones radicales y sin justificación están siendo un escollo para que proyectos de alto impacto como la APP del Canal del Dique se materialicen, frenando el progreso, y dejando en riesgo a miles de familias.
Casi un año después, continúa la discusión alrededor de la solicitud de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) de exigir una licencia ambiental para que el megaproyecto se pueda llevar a cabo, y en todo este tiempo seguimos en las mismas, con una obra que la subregión ha esperado desde hace más de 50 años, detenida. Pese a los insistentes llamados de la Procuraduría General de la Nación y recursos de revocatoria de la resolución 322 de 2024, por parte de entidades como Cormagdalena y Ecosistemas del Dique, la solicitud sigue en pie, generando retrasos que podrían prolongarse hasta 20 meses más.
Existe un Plan de Manejo Hidrosedimentológico, que fue avalado por la ANLA, desde el año 2017, para la restauración de los ecosistemas degradados del Canal del Dique, al que resulta contradictorio, exigir a estas alturas una licencia, cuando la sostenibilidad y beneficios del proyecto están asegurados. Otra incoherencia radica en que la ANLA ya había señalado que para la ejecución de la megaobra no se requería adelantar el trámite de licenciamiento ambiental.
La recuperación del Canal del Dique es una deuda de larga data, que ya es justo saldar. El Caribe se siente cansado y burlado por las trabas que pone la ministra Muhamad al avance de esta importante obra, que fue concebida como una respuesta para la región Caribe, con el fin de garantizar que los efectos antrópicos no acaben de colmatar los ecosistemas naturales que han proporcionado a las poblaciones ribereñas, los medios de subsistencia necesarios para su supervivencia y controlar los efectos de las olas invernales, una solución para prevenir efectos de inundaciones.
Mientras la ministra insiste en su oposición a la APP, se dilata su ejecución y aumentan los riesgos para las comunidades aledañas al río. Solicitamos celeridad en el proceso de licenciamiento, que la ANLA avance para que no se siga postergando el inicio de la construcción, que como vamos ya no será en enero de 2025.