Tras la reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos, el presidente Gustavo Petro ha instado a los colombianos indocumentados en territorio estadounidense a abandonar sus empleos y regresar al país. Esta declaración, que ha generado un intenso debate, se produce luego de la resolución de la disputa bilateral que había llevado a la suspensión temporal del servicio de visado para ciudadanos colombianos.
«Le solicito a las colombianas y colombianos sin documentos en EE. UU. dejar sus trabajos de inmediato en ese país y retornar a Colombia lo más pronto posible», afirmó Petro en un mensaje dirigido a la comunidad migrante. El mandatario resaltó la importancia del trabajo de los colombianos en el desarrollo nacional, señalando que «la riqueza la produce solo el pueblo trabajador».
Superación de la crisis diplomática
El conflicto entre ambos países se originó cuando el gobierno de Petro revirtió su decisión de aceptar la devolución de un grupo de migrantes colombianos deportados desde Estados Unidos. La aeronave que los transportaba ya se encontraba en el aire cuando se revocó la autorización de ingreso al país, lo que desató tensiones con Washington y resultó en el endurecimiento de las políticas migratorias para los colombianos. Además, se impusieron aranceles a los productos colombianos en el mercado estadounidense.
Sin embargo, tras semanas de negociaciones, ambas naciones lograron resolver la disputa, eliminando las restricciones y restableciendo la normalidad en las relaciones bilaterales.
Una propuesta con reacciones divididas
Para facilitar el retorno de los migrantes indocumentados, Petro anunció que el Departamento de Prosperidad Social (DPS) implementará un programa de créditos productivos para aquellos que decidan regresar y participar en iniciativas de desarrollo económico.
«Construyamos riqueza social en Colombia», instó el presidente, incentivando a los migrantes a apostar por el crecimiento del país.
No obstante, la propuesta ha generado opiniones encontradas. Mientras algunos sectores consideran que esta es una oportunidad para fortalecer la economía interna, otros advierten sobre los desafíos que implica garantizar empleo y estabilidad a quienes decidan retornar.
Aumento de la migración indocumentada
El número de colombianos que residen ilegalmente en Estados Unidos ha aumentado de manera considerable en los últimos años. Según el Instituto para la Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés), basado en datos del año fiscal 2022, al menos 237.000 colombianos viven sin documentación en territorio estadounidense, lo que representa un incremento del 40% respecto a 2019.
Este crecimiento ha posicionado a los colombianos en el noveno lugar dentro del ranking de nacionalidades con mayor cantidad de migrantes indocumentados en Estados Unidos. La lista es encabezada por los mexicanos, quienes constituyen el 45% de la población ilegal, seguidos por guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, indios, venezolanos, filipinos y chinos. Los colombianos y brasileños completan el top 10.
El informe también revela que, en los dos últimos años fiscales, las autoridades estadounidenses han detenido a cerca de 300.000 colombianos en la frontera, una cifra más del doble de las detenciones registradas entre 2020 y 2022. Aunque no todos los detenidos permanecen en el país, ya que muchos son deportados o retornan voluntariamente, se estima que el total de colombianos indocumentados podría acercarse a los 400.000.
Otro estudio del MPI, elaborado para la embajada de Colombia en Washington, estima que la diáspora colombiana en Estados Unidos asciende a 1.641.000 personas, incluyendo tanto documentados como indocumentados. De este total, 923.000 nacieron en Colombia, mientras que 718.000 son descendientes nacidos en Estados Unidos u otros países.
Desafíos para los retornados
El llamado del presidente Petro a los migrantes plantea interrogantes sobre las condiciones económicas y laborales que podrían encontrar quienes decidan regresar. Aunque el gobierno ha propuesto incentivos a través del DPS, expertos advierten que la economía colombiana enfrenta desafíos estructurales que podrían dificultar la reinserción laboral de miles de retornados.
Asimismo, sectores críticos señalan que, si bien el discurso del presidente resalta el valor del trabajo nacional, la falta de estrategias concretas para absorber a esta población en el mercado laboral podría generar mayores problemas socioeconómicos.
En este contexto, la invitación de Petro a los migrantes representa un reto significativo para su administración, que deberá demostrar que cuenta con los mecanismos adecuados para garantizar una transición viable para los colombianos que decidan regresar al país.
