Un thriller político que captura la intriga y tensión en el corazón de la Iglesia Católica, protagonizado por Ralph Fiennes y dirigido por Edward Berger
La 97.ª edición de los Premios Oscar dejó grandes sorpresas y momentos memorables, pero uno de los más destacados fue la victoria de Cónclave en la categoría de Mejor Guión Adaptado. Esta película, basada en la novela de Robert Harris, ha capturado la atención del público y la crítica gracias a su intensa narrativa y su intriga política, consolidándose como una de las producciones más destacadas del año.
Cónclave nos sumerge en el misterioso proceso de elección de un nuevo Papa tras la repentina muerte del Sumo Pontífice. La historia sigue al cardenal Thomas Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, quien supervisa el cónclave donde se tomará una de las decisiones más trascendentales para la Iglesia Católica. A medida que los cardenales se encierran en la Capilla Sixtina para deliberar, salen a la luz secretos y conspiraciones que ponen en jaque el resultado de la votación.
Entre los principales candidatos se encuentran Aldo Bellini, interpretado por Stanley Tucci, Joshua Adeyemi, interpretado por Lucian Msamati, Joseph Tremblay, interpretado por John Lithgow, y Goffredo Tedesco, interpretado por Sergio Castellitto. Sin embargo, la situación da un giro inesperado con la aparición de Vincent Benítez, un cardenal desconocido interpretado por Carlos Diehz, quien podría cambiar por completo el destino de la elección.
Dirigida por Edward Berger, quien ya había cosechado éxito con Sin novedad en el frente, Cónclave se destaca por su poderosa narrativa y un elenco de primer nivel. La interpretación de Ralph Fiennes ha sido ampliamente elogiada, al igual que la de Isabella Rossellini, quien también recibió una nominación al Oscar por su actuación en la cinta. El guión, que adapta magistralmente la obra de Harris, está lleno de giros inesperados que hacen de Cónclave un thriller político de alto nivel.
El gran atractivo de esta película radica en su capacidad para mantener la tensión a lo largo de toda la trama. Con un montaje preciso y un ritmo envolvente, la historia mantiene al espectador al filo del asiento mientras se desarrollan las intrigas dentro del Vaticano. La película llega en un momento particularmente sensible, ya que el Papa Francisco atraviesa un delicado estado de salud. Este contexto ha generado aún más interés en la película, pues su historia plantea una situación similar a la que podría ocurrir en el Vaticano en un futuro cercano.
Durante la ceremonia de los SAG Awards, el equipo de la película envió sus mejores deseos y respeto al líder de la Iglesia Católica, un gesto que fue bien recibido por la audiencia y la crítica. Cónclave no solo es una película de intriga y conspiración, sino también un reflejo de las complejidades y desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en la actualidad.