Gustavo Florentín deja Atlético Bucaramanga tras malos resultados y se suma a la lista de técnicos despedidos
La novena fecha de la Liga colombiana ha dejado un nuevo entrenador fuera del cargo. Gustavo Florentín se convirtió en el sexto técnico en salir tras los malos resultados con Atlético Bucaramanga. La derrota ante Deportivo Pereira (0-1) selló su destino, sumando así una nueva baja en la dirección técnica del fútbol local.
Florentín llegó a Bucaramanga a mediados de diciembre y dirigió un total de 10 partidos, con un balance de 5 derrotas, 4 empates y solo una victoria. Su paso por el equipo fue marcado por la falta de resultados positivos, a pesar de los esfuerzos en la preparación semanal. En su despedida, el técnico paraguayo agradeció al presidente, jugadores, hinchada y staff del club, reconociendo que el equipo merecía estar en una mejor posición.
La crisis en la dirección técnica de la Liga colombiana es evidente, con un promedio de 1.5 entrenadores saliendo por jornada. El primero en dejar su cargo fue Alexis García de La Equidad, seguido por Juan Carlos Álvarez de Boyacá Chicó. Independiente Santa Fe también prescindió de Pablo Peirano tras su eliminación en la Copa Libertadores. Llaneros y Unión Magdalena completan la lista con las salidas de Jaime de La Pava y Jorge Luis Pinto, respectivamente.
El caso de Florentín es particularmente lamentable, ya que el equipo mostraba esfuerzo y dedicación en cada partido, pero los resultados no acompañaban. La dirigencia de Bucaramanga ahora enfrenta el desafío de encontrar un nuevo técnico que pueda revertir la situación antes del inicio de la Copa Libertadores, donde conocerán a sus rivales en la fase de grupos el próximo 17 de marzo.
La inestabilidad en los banquillos refleja la presión y exigencia del fútbol colombiano, donde los resultados inmediatos pesan más que los procesos a largo plazo. Los clubes buscan soluciones rápidas para mejorar su rendimiento, pero la constante rotación de entrenadores plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y efectividad de estas decisiones. La Liga colombiana sigue su curso, dejando atrás a aquellos que no logran adaptarse a la demanda de victorias y éxito deportivo.