La decisión de un juez de dejar en libertad a Álvaro Luis Ospino Illera ha generado críticas y preocupación en la opinión pública
La reciente liberación de Álvaro Luis Ospino Illera, alias ‘La Negra Dominga’, ha generado una ola de indignación en Barranquilla y el país. Capturado en el exclusivo edificio Torres Dilugano bajo la acusación de porte ilegal de armas de fuego, el presunto financiador de la banda criminal ‘Los Costeños’ quedó en libertad a las pocas horas, tras la decisión de un juez de control de garantías que consideró insuficientes los argumentos de la Fiscalía.
El proceso judicial tomó un giro inesperado cuando la defensa de Ospino Illera presentó documentación que acreditaba la legalidad del arma incautada. Además, el juez desestimó un punto clave relacionado con la cantidad de cartuchos, argumentando que el proveedor del arma difería en capacidad del registro oficial. Esta determinación ha causado gran controversia, ya que muchas voces consideran que el prontuario de Ospino Illera debió pesar más en la decisión judicial.
Un nombre ligado a la violencia en la Costa Caribe
El historial de ‘La Negra Dominga’ no es desconocido para las autoridades. Su nombre ha estado vinculado a hechos de sangre en la región, especialmente a la masacre de Villa Campestre en 2023, donde fueron asesinados tres miembros de la familia Vega Daza: Rafael Julio Vega Cuello y sus hijos Ray Jesús y Ronald Iván Vega Daza. La violencia continuó con la muerte de Roberto Vega Daza en 2024 en Valencia, España, un crimen atribuido a disputas de bandas criminales en las que se menciona a Ospino Illera como posible autor intelectual.
Las investigaciones indican que esta vendetta criminal se originó tras el asesinato de Jonathan Ospino Illera, hijo adoptivo de ‘La Negra Dominga’, en una fiesta en Puerto Colombia en 2022. Según informes de inteligencia, el crimen habría sido ordenado por Roberto Vega Daza, lo que desató una espiral de violencia entre ambas facciones. No obstante, Ospino Illera ha negado reiteradamente cualquier vínculo con estos hechos y ha buscado limpiar su nombre a través de instancias legales.
Las declaraciones de ‘La Negra Dominga’
En un derecho de petición enviado a la Fiscalía General, la Procuraduría y la Presidencia, Ospino Illera aseguró que su pasado criminal quedó atrás. Según su versión, ya pagó una condena en Venezuela por un homicidio ocurrido hace 12 años y no tiene cuentas pendientes con la justicia colombiana.
“Saldé mi deuda con la familia del finado, con las autoridades y con la sociedad. No le debo nada a nadie”, expresó en su carta. Además, sostuvo que su nombre ha sido utilizado por los medios de comunicación para vincularlo con hechos que, según él, no tienen relación con su vida actual.
En sus declaraciones, también se refirió al asesinato de Roberto Vega Daza en España, rechazando cualquier implicación: “Todavía siguen inventando cosas en medio de mi dolor. Ahora, a través de los medios de comunicación, se informa que asesinaron a Roberto Vega Daza en España y me señalan de ser el autor de ese crimen. Pero yo no tengo nada que ver en eso, fueron miembros de la organización a la que pertenecía alias Beto”.
¿Justicia selectiva o fallo técnico?
La decisión del juez de dejar en libertad a Ospino Illera ha generado un intenso debate sobre la efectividad de la justicia en Colombia, especialmente en casos de alto perfil donde existen antecedentes de criminalidad organizada. En redes sociales, muchos ciudadanos han expresado su indignación, señalando que este tipo de resoluciones solo refuerzan la sensación de impunidad y debilitan la confianza en el sistema judicial.
Por otro lado, algunos expertos en derecho penal han indicado que, si bien la posesión de un arma con documentos en regla no constituye delito, el perfil de Ospino Illera debió ser evaluado con mayor rigurosidad antes de concederle la libertad. A pesar de su historial y los señalamientos en su contra, la justicia parece no haber encontrado elementos suficientes para mantenerlo detenido.
Bajo la lupa de las autoridades
A pesar de su liberación, las fuerzas de seguridad han advertido que continuarán monitoreando de cerca a Ospino Illera, ya que existen otras investigaciones abiertas en su contra. Según fuentes policiales, la hipótesis de que financia actividades criminales en la Costa Caribe sigue vigente, y se sospecha que mantiene nexos con estructuras delictivas en Venezuela.
Mientras tanto, el caso de ‘La Negra Dominga’ se suma a una lista de procesos judiciales en los que presuntos líderes del crimen organizado logran eludir la justicia, lo que plantea serios interrogantes sobre la lucha contra la criminalidad en el país.
La Fiscalía ahora deberá determinar si existen nuevas pruebas para reabrir un proceso en su contra o si, como él mismo asegura, su pasado quedó en el olvido. Lo cierto es que, en una ciudad golpeada por la violencia y el crimen organizado, decisiones como esta no pasan desapercibidas y podrían tener repercusiones en la seguridad y confianza ciudadana.