Regaño del presidente Petro al Viceministro de Vivienda en el Consejo de Ministros

DESTACADO POLITICA

En una sesión maratónica que se extendió hasta la madrugada del martes 11 de marzo, el presidente Gustavo Petro expresó su descontento con el avance del programa de mejoramiento de viviendas en el Cañón del Micay, Cauca. Durante el tercer Consejo de Ministros, que comenzó a las 9:30 p. m. del lunes y finalizó a la 1:30 a. m. del día siguiente, el mandatario interrumpió la intervención del viceministro de Vivienda, Edwar Steven Libreros, para hacerle un fuerte llamado de atención.

Libreros detalló que se habían entregado 120 mejoramientos de vivienda de los 431 proyectados, en colaboración con cooperativas de beneficiarios de la reforma agraria, la Federación de Usuarios Campesinos del Cauca y una fundación de comunidades organizativas. No obstante, Petro consideró insuficientes estos avances y demandó una respuesta más estructural.

“No necesitamos 150 viviendas mejoradas, necesitamos miles en el Micay, porque la población del Micay es mucho más grande que 150 viviendas. Hay que mirar en el Micay”, enfatizó Petro, evidenciando su frustración por la escala del proyecto. Además, criticó la falta de contacto directo del equipo de Vivienda con la realidad local: “Si uno no va al Micay, no sabe de qué está hablando. Entonces, hay que ir al Micay, primero que todo”.

Críticas a Camacol y a la política de vivienda

Durante la misma reunión, Petro lanzó fuertes críticas contra la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), señalando que seguir sus lineamientos podría derivar en el fracaso de las políticas del Ministerio de Vivienda.

“Si la política del Ministerio de Vivienda es la de Camacol, fracasamos”, advirtió el mandatario, cuestionando la influencia de esta entidad en el sector. Según Petro, Camacol representa los intereses de grandes especuladores de tierras en el país y ha sido un actor en contra de regulaciones como la resolución del Ministerio de Ambiente sobre la Sabana de Bogotá.

El presidente insistió en que las decisiones del sector vivienda deben centrarse en el bienestar del campesinado. “Si el Ministerio de Vivienda no se adapta a los intereses del pueblo campesino, no nos sirve”, afirmó. En su intervención, destacó la necesidad de proporcionar a los campesinos tierras para cultivar y espacios dignos para vivir.

El Cañón del Micay ha sido históricamente una región afectada por la violencia y el abandono estatal, lo que lo convierte en un punto clave dentro de las políticas de desarrollo rural del gobierno. Petro reiteró la urgencia de un cambio estructural en la forma en que se abordan estos proyectos y afirmó que las soluciones deben ser integrales y enfocadas en transformar de manera profunda las condiciones de vida en la región.

Seguridad y control territorial en el Cauca

Además de la discusión sobre vivienda, la reunión abordó la compleja situación de orden público en el Cauca, especialmente en la zona de El Plateado, donde las disidencias de las Farc han ejercido presión para expulsar a la fuerza pública. Petro aseguró que no cederá ante las amenazas ni frenará los esfuerzos por recuperar el control del Cañón del Micay. “No retrocedemos. Vamos para adelante y vamos por el total del Micay”, afirmó con determinación.

El presidente también reveló que ha sido blanco de al menos cuatro intentos de asesinato por parte de carteles y narcotraficantes, según lo expresó durante la sesión televisada del consejo de ministros. Asimismo, se discutió el reciente secuestro de 28 policías y un mayor del Ejército en El Plateado, hecho atribuido a la disidencia Carlos Patiño. En este contexto, Petro hizo un llamado a no estigmatizar a los campesinos de la región: “El campesinado tiene que estar al lado del Estado”.

El mandatario subrayó que la región ha sido utilizada como un punto estratégico para el narcotráfico global, estableciendo precios internacionales de la cocaína y convirtiéndose en un área clave para los intereses de carteles extranjeros. Ante esta realidad, Petro reafirmó su compromiso de recuperar la gobernabilidad en el Cañón del Micay y garantizar mejores condiciones de vida para sus habitantes.