Con un espectáculo vibrante y cargado de emoción, Shakira marcó su esperado regreso a los escenarios de la Ciudad de México en el marco de su gira mundial ‘Las mujeres ya no lloran’. La cantante barranquillera ofreció el primero de sus siete conciertos programados en el Estadio GNP Seguros, haciendo historia como la primera mujer en agotar tantas fechas consecutivas en este recinto, que alberga a cerca de 65.000 personas por noche.
El público mexicano, fiel seguidor de la intérprete desde sus inicios, se hizo presente con una ovación ensordecedora desde el momento en que la artista apareció en el escenario con su característica energía. Con un vestuario reluciente y una puesta en escena impresionante, Shakira inició su presentación con la esperada entrada ‘Camina con la Loba’, en la que un selecto grupo de cien fans vestidos de plateado la acompañó en una impactante apertura visual.
Uno de los momentos más electrizantes de la noche fue cuando la artista entonó ‘La Fuerza’, un tema que simboliza su resiliencia personal y profesional. Acompañada por el DJ y productor argentino Bizarrap, Shakira sorprendió al público con una versión especial de su Session #53, la cual la catapultó nuevamente a la cima de los rankings musicales tras su separación de Gerard Piqué.
“Es la primera de siete noches en esta ciudad que tantas alegrías me ha dado. Estamos batiendo un récord histórico y hoy les voy a dar todo lo que tengo. No hay mejor reencuentro que el de una loba con su manada mexicana”, expresó la cantante con evidente emoción, recordando que su última presentación en la capital mexicana había sido en 2018.
El repertorio de la noche incluyó una selección de sus mayores éxitos, recorriendo desde los temas nostálgicos de los años 90 y 2000 como ‘Antología’ y ‘Ojos Así’, hasta sus recientes éxitos globales como ‘TQG’, ‘Monotonía’ y ‘Te Felicito’. Cada canción fue coreada con fervor por un público que se identificó con cada etapa de la artista.
Entre el público, se podían ver atuendos inspirados en la artista a lo largo de su carrera: desde los icónicos looks de la era ‘Laundry Service’, hasta los trajes de danza del vientre y accesorios mexicanos que rememoraban su colaboración en ‘El Jefe’ con Fuerza Regida.
“Es un mujerón, alguien a quien se admira. Ha vivido lo que muchas mujeres han pasado, la separación, el divorcio y salir adelante con sus dos hijos, increíble”, comentó Dulce Escamilla, una fanática que asistió vestida como la Shakira de los años 2000.
Otro seguidor, Edgar Lima, reveló que ha gastado más de 80.000 pesos mexicanos (aproximadamente 4.000 dólares) para asistir a todos los conciertos de la colombiana en México. “Shakira no es solo una artista, es un fenómeno que nos representa a todos”, afirmó emocionado.
En el punto más emotivo de la velada, Shakira interpretó ‘Acróstico’, acompañada por las voces de sus hijos Sasha y Milan en una conmovedora grabación que se proyectó en el escenario. Vestida con un espectacular traje azul diseñado por Gaurav Gupta, la cantante entregó un momento de conexión íntima con su público, reflejando el impacto de su vida personal en su música.
La noche concluyó con una apoteósica interpretación de ‘Hips Don’t Lie’, seguida por el himno mundialista ‘Waka Waka’, en un cierre que hizo vibrar al estadio. Con este inicio arrollador, Shakira reafirma su lugar como una de las artistas más influyentes de la música latina y deja claro que su gira ‘Las mujeres ya no lloran’ será un éxito rotundo.