La bolsa de Nueva York registró su peor caída general en lo que va del año ante el temor de una recesión en Estados Unidos, impulsada por las políticas arancelarias de Donald Trump. Tesla perdió 15% y acumula una depreciación del 43% en solo tres meses. Las bolsas europeas y latinoamericanas también cerraron en rojo.
Wall Street vivió este lunes 10 de marzo una jornada de pérdidas históricas, con todos sus indicadores en territorio negativo debido al impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales. La situación ha traído incertidumbre y temor a los inversores, que se apresuraron a vender sus acciones masivamente.
Apenas minutos antes del cierre, el índice Dow Jones cayó 2,08%, el S&P 500 perdió un 2,70% y el Nasdaq, indicador que representa a las empresas tecnológicas, cayó 4% arrastrado principalmente por Tesla, una empresa de Elon Musk.
La empresa de automóviles eléctricos del asesor privado de la Casa Blanca, Elon Musk, no fue ajena a las palabras de Trump y se vio salpicada con un tinte rojo de 15% de pérdidas en sus acciones este lunes, acumulando un descenso del 43% en lo que va del año.
Palantir también sufrió una caída superior al 10%, mientras que Apple perdió un 4,85%.
Las bolsas europeas también sufrieron: Londres perdió 0,95%, París retrocedió 0,90% y Milán un 0,93%. Fráncfort lideró las caídas con una baja del 1,69%, afectada también por un descenso del 2,5% en sus exportaciones de enero. En España, el índice Ibex 35 cedió 1,32%, cerrando en 13.082,70 puntos.
Las turbulencias en la bolsa se deben a la incertidumbre generada por la política comercial de Donald Trump, que se ha presentado como única opción para corregir el déficit comercial estadounidense con sus socios y en un intento por negociar con México, China y Canadá para que refuercen sus fronteras y frustren el paso de fentanilo a la unión americana.
Sin embargo, en la práctica, las amenazas de impuestos a las importaciones de productos se han traducido en un escenario incierto en el comercio global, con muchos analistas en Wall Street pronosticando un repunte de la inflación, mientras se espera que varios productos suban su valor y afecten principalmente a los ciudadanos estadounidenses.
Como adición, Trump parece que empieza a tener esto en cuenta en sus cálculos y este domingo 9 de marzo reconoció en entrevista con Fox News que Estados Unidos atraviesa un «periodo de transición» económica debido a los aranceles que su Administración ha impuesto o planea imponer.
Sus palabras terminaron de asustar a un mercado de valores que ya temía un año en el que posiblemente la economía de EE. UU. no crezca en términos trimestrales y, en cambio, se hunda hasta la recesión.
Esto se suma a los comentarios del mandatario republicano la semana pasada, cuando dijo que «no estaba mirando» las pérdidas del mercado, en una frase que reveló el poco interés del presidente por el mal rato que están viviendo los inversores en la bolsa.
Estos comentarios agudizaron las preocupaciones del mercado, ya golpeado por datos de empleo del viernes 7 de marzo que estuvieron por debajo de las expectativas, mostraron un alza de una décima en el desempleo y que se toman como señales de una posible desaceleración económica de EE. UU.
Chris Larkin, director de comercio de E-Trade en Morgan Stanley, coincidió en que «la incertidumbre económica es ahora la principal fuerza que impulsa los mercados» y, bajo este contexto, las grandes tecnológicas han sido las más castigadas: Nvidia, empresa líder en fabricación de semiconductores, cayó otro 5,1% este lunes, acumulando una pérdida del 20% en el año, tras haber subido un 820% entre 2023 y 2024.
Los sectores más golpeados en Wall Street fueron el tecnológico y el de comunicaciones, mientras que el energético y el inmobiliario lograron ligeros avances.
El mercado del petróleo también reflejó tensión: el barril de Brent cerró en 69,58 dólares, cayendo más del 1,12%, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) de referencia en Estados Unidos bajó 1,19%, cotizando en 66,24 dólares.
La volatilidad también se reflejó en las criptomonedas. El Bitcoin cedió por debajo de los 80.000 dólares, muy lejos del récord histórico de los 106.000 dólares alcanzados en diciembre, en un escenario en el que animó en su momento a los entusiastas de las criptodivisas por un escenario regulatorio más flexible con el regreso de Trump a la Casa Blanca.
