La música dominicana y caribeña está de luto tras la inesperada partida del icónico cantante de merengue, Rubby Pérez. En la madrugada del 9 de abril, la tragedia golpeó Santo Domingo cuando la discoteca Jet Set sufrió el colapso de su techo, dejando un saldo de 113 víctimas fatales, incluido el legendario artista.
Un accidente que conmociona al país
El director del Comité de Operaciones de Emergencia, Juan Manuel Méndez, confirmó la recuperación del cuerpo del artista durante los trabajos de rescate. Rubby Pérez, quien se encontraba en plena actuación, falleció en el trágico derrumbe que también dejó docenas de heridos y cuestionamientos sobre las condiciones de seguridad en espacios de alto flujo.
Trayectoria de un ícono del merengue
Nacido el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, Pérez comenzó su carrera tras abandonar su sueño de ser beisbolista debido a un accidente automovilístico. Su pasión por la música lo llevó al Conservatorio Nacional y a agrupaciones como Los Juveniles de Baní y Los Hijos del Rey. En la década de 1980, se unió a la orquesta de Wilfrido Vargas, marcando su ascenso al estrellato con éxitos como «El Africano» y «Cobarde cobarde».
En 1987, Rubby inició su carrera como solista, consolidándose como una de las figuras más destacadas del merengue con clásicos como «Dame veneno» y «Hazme olvidarla». Su imponente presencia y talento vocal le valieron premios internacionales y el cariño del público.
Más que un músico: el hombre detrás del artista
Más allá de los escenarios, Rubby Pérez fue un hombre profundamente dedicado a su familia. Padre de siete hijos, compartía regularmente momentos íntimos en redes sociales, evidenciando su devoción por ellos. Entre los recuerdos más destacados, sus interpretaciones junto a sus hijos quedarán como testimonio de un vínculo especial.
Un legado imborrable
La partida de Pérez representa una pérdida irreparable para la cultura dominicana y el merengue. Mientras las autoridades investigan las causas del colapso estructural, fanáticos y colegas rinden homenaje a una voz que marcó generaciones. Rubby Pérez deja atrás una vida dedicada a la música y un legado que resonará por siempre en los corazones de sus seguidores.
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