En la Península Ibérica, millones quedaron sin luz el pasado lunes. Las primeras hipótesis apuntan a fallos en la generación eléctrica y no a incidentes de ciberseguridad.
La Península Ibérica vivió el lunes un apagón de proporciones históricas que afectó a hogares, infraestructuras y servicios esenciales en España, Portugal y Francia. Aunque en un inicio hubo rumores sobre un posible ciberataque, Eduardo Prieto, director de Red Eléctrica, desmintió esta teoría y aseguró que no hubo intrusiones en los sistemas de control. Durante una rueda de prensa, Prieto explicó que los análisis preliminares identificaron dos pérdidas independientes en la generación de energía como los factores desencadenantes del incidente.
El apagón comenzó en España cerca de las 12:30 p. m. y, en cuestión de segundos, el sistema eléctrico sufrió un desplome significativo de capacidad, pasando de 25.184 megavatios a solo 12.425. Se presume que la generación solar pudo haber estado involucrada en el fallo, aunque las autoridades han pedido cautela mientras continúan las investigaciones. Según Prieto, el sistema logró estabilizarse rápidamente para evitar un daño mayor.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, destacó la rapidez y efectividad con la que las administraciones y los operadores respondieron a la emergencia. Durante la noche, se restableció el 99.5 % del suministro eléctrico, pero se mantienen activados protocolos de emergencia. Asimismo, Sánchez anunció la formación de una comisión especial para investigar las causas exactas del apagón y prevenir eventos similares en el futuro.
En Portugal, el operador de la red eléctrica, REN, señaló que el incidente parece tener su origen en España, negando rumores sobre fenómenos atmosféricos o ataques hostiles. La recuperación de los servicios sigue en marcha, aunque sectores como las telecomunicaciones y el transporte ferroviario aún reportan problemas en ciertas zonas críticas. Renfe, la principal operadora de transporte en España, informó sobre la suspensión de trenes en importantes rutas del país.
Este apagón subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas en un contexto de creciente dependencia tecnológica. La investigación continúa, y las autoridades aseguran que se tomarán medidas para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico y evitar que un suceso de esta magnitud vuelva a afectar a millones de personas en Europa.