Estados Unidos planea cerrar casi 30 embajadas y consulados en Europa y África

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La administración de Donald Trump propone una drástica reducción de su presencia diplomática global, afectando principalmente a países europeos y africanos. Este plan busca optimizar recursos y reducir costos, pero genera preocupación por su impacto en las relaciones internacionales.

El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado planes para cerrar cerca de 30 embajadas y consulados en diversos países, según documentos internos del Departamento de Estado divulgados recientemente. Esta medida incluye el cierre de diez embajadas y 17 consulados, con un enfoque en Europa y África, y busca reducir costos operativos y optimizar la carga de trabajo en las representaciones diplomáticas.

Entre las embajadas afectadas se encuentran las de Malta y Luxemburgo, así como cinco consulados en Francia, dos en Alemania, dos en Bosnia y Herzegovina y uno en el Reino Unido. En África, los cierres incluyen embajadas en la República del Congo, la República Centroafricana y Sudán del Sur, además de un consulado en Sudáfrica. También se contempla la reducción de misiones diplomáticas en Somalia e Irak y el cierre de un consulado en Corea del Sur.

El subsecretario de administración del Departamento de Estado ha señalado que la elección de las embajadas y consulados que podrían cerrar se basa en factores como la carga de trabajo, el estado de las instalaciones y los costos asociados a los empleados contratados. Este plan se alinea con las propuestas del magnate Elon Musk, quien ha trabajado estrechamente con Trump para implementar recortes significativos en el gasto gubernamental, incluyendo el cierre de oficinas y programas, y el despido masivo de empleados federales.

Las embajadas desempeñan un papel crucial en las relaciones internacionales, representando oficialmente a Estados Unidos y gestionando asuntos políticos con los países anfitriones. Por otro lado, los consulados se encargan de tareas administrativas, como la expedición de visados y el apoyo a ciudadanos estadounidenses en el extranjero. El cierre de estas oficinas podría tener un impacto significativo en la capacidad de Estados Unidos para mantener relaciones diplomáticas efectivas y atender las necesidades de sus ciudadanos en el exterior.

Este anuncio ha generado preocupación entre expertos en relaciones internacionales y líderes políticos, quienes advierten sobre las posibles consecuencias negativas de reducir la presencia diplomática en regiones clave. Las protestas en diversas partes del país reflejan el descontento con los recortes propuestos, mientras que el debate sobre la viabilidad y el impacto de estas medidas continúa en el ámbito político y público. La administración Trump enfrenta el desafío de equilibrar la reducción de costos con la preservación de su influencia global y el cumplimiento de sus responsabilidades diplomáticas.