*El mandatario destacó la resiliencia de cada una de las víctimas que hoy se encuentran establecidas en los municipios del departamento. *El programa “Mi Casa Bacana” ha beneficiado a 500 víctimas a través de la titulación de predios y mejoramientos de vivienda.
En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, destacó el importante avance logrado, ya que más de 3.100 víctimas del conflicto han sido beneficiadas a través de los programas implementados por su administración.
“Estamos trabajando para que quienes sufrieron los estragos de la violencia puedan recuperar su dignidad, reconstruir sus vidas y vivir de manera plena. En el Atlántico tenemos múltiples personas afectadas, no solo en lo económico, sino también en su forma de vivir y en su dignidad. Desde nuestra administración, queremos reconocer y reivindicar a estas víctimas para que se sientan rescatadas y respaldadas en nuestro territorio”, afirmó el gobernador.
Este esfuerzo se ha materializado en iniciativas que abarcan diferentes áreas de atención. Por ejemplo, en el ámbito de la infraestructura y la vivienda, más de 500 víctimas han sido beneficiadas a través de programas como “Mi Casa Bacana”, que incluye la titulación de predios y mejoramientos de vivienda.
Asimismo, los programas de la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género, tales como “Mujer que Emprende, Mujer que Factura”, han apoyado a cerca de 50 mujeres víctimas del conflicto.
Diandra Escudero, coordinadora de la Oficina de Gestión de Paz, Derechos Humanos y Víctimas del conflicto, indicó que, para la administración departamental, conmemorar es sinónimo de reparar, de reconstruir la vida y de dignificar a las personas que han sido víctimas del conflicto armado. “Hoy honramos en memoria y en solidaridad a todas aquellas que han sufrido el flagelo de la violencia en Colombia y destacamos nuestro compromiso con la protección y la prevención de sus derechos”, manifestó.
La historia de resiliencia de personas como María Sánchez —quien llegó al departamento hace más de 35 años como víctima del desplazamiento forzado y, junto a su hija, ha logrado consolidar un taller de joyería gracias al apoyo de programas de la Gobernación— es un claro ejemplo del compromiso de la administración con el bienestar de sus ciudadanos.
“El departamento del Atlántico nos acogió y nos dio la oportunidad de crecer. La Gobernación ha sido clave en todo este proceso de impulsar nuestro emprendimiento y vivir de manera más digna”, afirmó María.