El desastroso 6-1 ante Japón en amistoso internacional revela serios problemas en el equipo dirigido por Jorge Marsiglia, poniendo en riesgo sus aspiraciones en los próximos torneos.
El fútbol femenino colombiano atraviesa uno de sus momentos más difíciles tras la humillante goleada que Japón le propinó a la Selección Colombia en su segundo amistoso de la gira asiática. Este resultado, que finalizó 6-1 a favor del conjunto nipón, ha desencadenado una ola de críticas hacia el cuerpo técnico encabezado por Jorge Marsiglia, quien acumula tres derrotas, un empate y solo una victoria en lo que va del año.
La debacle comenzó a gestarse desde la alineación inicial, en la cual varias de las figuras colombianas fueron relegadas al banquillo. Con Natalia Giraldo en el arco, la defensa conformada por Luz Katherine Osorio, Cristina Motta, Ángela Barón y Yunaira López fue incapaz de contener los ataques constantes de Japón. En el mediocampo, Liced Serna, Sara Martínez y la capitana Marcela Restrepo intentaron frenar el dominio rival, mientras que en la ofensiva Gisela Robledo, Mariana Zamorano y Karla Torres poco pudieron hacer para cambiar el rumbo del partido.
Japón se adelantó en el marcador al cierre del primer tiempo con un penal ejecutado por Riko Ueki, pero la verdadera pesadilla llegó en la segunda mitad. Manaka Matsukubo y Yuka Momiki ampliaron rápidamente la ventaja, aprovechando errores defensivos y la poca organización del equipo colombiano. La Tricolor intentó reaccionar con el ingreso de figuras como Catalina Usme y Leicy Santos, pero el impacto fue mínimo. Dos goles más, obra de Yu Endo y Miharu Shinjo, sellaron una goleada histórica que deja en evidencia las carencias del equipo.
El único momento de alivio para Colombia llegó al minuto 73, cuando Daniela Caracas logró descontar con un remate certero, pero el daño ya era irreversible. Este resultado no solo marca la segunda goleada sufrida ante Japón en 2025 (la primera fue en la She Believes Cup), sino que enciende las alarmas de cara a la Copa América Femenina que se disputará en julio en Ecuador.
La hinchada y los expertos han cuestionado duramente las decisiones de Marsiglia, señalando que el equipo carece de estrategia y solidez. Aunque el cuerpo técnico sostiene que los amistosos sirven para evaluar nuevas jugadoras y sistemas, la falta de resultados preocupa a una afición que espera ver a la selección competir al más alto nivel.
Con solo meses para el inicio de la Copa América, Colombia enfrenta el reto de superar estos tropiezos y construir un equipo capaz de representar al país en el escenario continental. Mientras tanto, los seguidores del fútbol femenino esperan que esta humillación sirva como punto de partida para una verdadera transformación en el rendimiento de las ‘superpoderosas’.