Tragedia en República Dominicana genera reflexiones sobre seguridad en espectáculos y resalta decisión de Shakira

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Santo Domingo vive días de luto tras una tragedia que ha sacudido a toda la región. El colapso del techo de la discoteca Jet Set, en plena presentación del icónico cantante de merengue Rubby Pérez, dejó un saldo de más de 200 personas fallecidas y cerca de 100 heridas, según los reportes preliminares de las autoridades locales. El suceso, ocurrido en la madrugada del martes, ha despertado no solo el dolor colectivo en República Dominicana, sino también una reflexión internacional sobre la seguridad en eventos masivos.

En medio de este escenario, la cantante colombiana Shakira ha sido inesperadamente protagonista de un debate en torno a la responsabilidad y la prevención en el mundo del entretenimiento. Días antes de la tragedia en Santo Domingo, la artista tomó la decisión de suspender su concierto en Santiago de Chile, programado como parte de su gira internacional Las mujeres ya no lloran World Tour. ¿La razón? Una evaluación técnica del terreno reveló un desnivel que comprometía la estabilidad de la estructura que debía soportar más de 60 toneladas de peso para el montaje del show.

Aunque inicialmente la cancelación del espectáculo generó malestar en parte de su fanaticada y críticas de medios locales en Chile, los hechos ocurridos en República Dominicana cambiaron la perspectiva de muchos. La repentina caída del techo del Jet Set, mientras cientos de personas disfrutaban de un concierto, evidenció los peligros reales que pueden surgir cuando no se priorizan los criterios de seguridad estructural en recintos destinados a eventos de gran afluencia.

El incidente en Santo Domingo ocurrió hacia la 1:00 a. m., en un club con capacidad para al menos 300 personas, aunque en ese momento se estima que había muchas más. Según testigos, el colapso fue abrupto y no dejó tiempo suficiente para una evacuación ordenada. La magnitud de la tragedia ha provocado múltiples reacciones en el ámbito artístico, entre ellas la del productor venezolano César Javier González Tamayo, quien comparó directamente el desastre con la decisión tomada por Shakira.

A través de su cuenta en TikTok, González Tamayo expresó su admiración por la cantante barranquillera: “He pensado mucho en Shakira luego del trágico suceso que hoy enluta la República Dominicana. A ella la destruyeron en Santiago por haber suspendido su show, pero probablemente salvó la vida de muchísima gente”.

El productor resaltó que la gira de la colombiana requería una estructura capaz de soportar decenas de toneladas y que la decisión de posponer el concierto fue un acto de responsabilidad, no solo con su equipo, sino también con sus fanáticos. “Pensando en su equipo de trabajo, en su equipo de producción, Shakira decidió posponer el show”, reiteró, recordando que la cantante fue blanco de duras críticas en medios y redes sociales.

Su reflexión ha tenido eco entre miles de usuarios en plataformas digitales, quienes ahora valoran el criterio preventivo de la artista. Lo que en un primer momento fue visto como una cancelación injustificada, hoy es interpretado como una muestra de sensatez y compromiso con la vida.

González Tamayo también hizo un llamado urgente al sector del entretenimiento: “Esto debe ser un llamado de atención para todas las personas que viven del espectáculo. Los recintos que albergan eventos deben pasar chequeos permanentes que garanticen que se cumplan todas las normas de seguridad industrial y estructural”.

La tragedia en Santo Domingo y la decisión de Shakira se entrelazan como dos caras de una misma moneda: una muestra del alto costo de la negligencia, y un ejemplo de cómo la prevención puede evitar desenlaces fatales. En un contexto donde muchas veces la presión por cumplir agendas y evitar pérdidas económicas prima sobre la seguridad, la historia reciente invita a una reflexión profunda sobre las prioridades del sector artístico.

En su mensaje final, González Tamayo concluyó: “Mis respetos para Shakira y mi abrazo solidario para toda la gente en la República Dominicana y en especial a las familias venezolanas que hoy perdieron un ser querido en esa catástrofe. Pensemos un poco. Shakira no se equivocó”.

Lo cierto es que la tragedia en el Jet Set ha dejado una profunda huella y plantea interrogantes que no deben ignorarse. En tiempos donde los espectáculos masivos continúan creciendo en magnitud y asistencia, garantizar condiciones seguras ya no es solo una responsabilidad legal, sino un imperativo ético. La prevención, aunque muchas veces impopular, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.