El excanciller advierte sobre amenazas y persecución judicial en su contra
El conflicto político entre el excanciller Álvaro Leyva Durán y el presidente Gustavo Petro ha alcanzado un nuevo nivel de tensión. En un comunicado fechado el 20 de mayo de 2025, Leyva expuso una serie de denuncias que incluyen amenazas, persecución judicial y maniobras administrativas dirigidas a silenciarlo.
Desde que envió una carta instando al presidente a reconsiderar su permanencia en el cargo por supuesta adicción a las drogas, Leyva afirma que ha sido blanco de ataques públicos y amenazas de desconocidos. “Hago personalmente responsable al presidente Petro por cualquier cosa que nos ocurra a mí o a cualquier miembro de mi familia”, advirtió el excanciller en su misiva.
La situación se tornó más alarmante con la presunta intervención de un agente de policía judicial que, según Leyva, contactó a una persona cercana para recabar información con el fin de practicarle un «procedimiento de arraigo», un trámite propio de causas penales antes de una imputación formal.
El excanciller sostiene que estos movimientos están directamente relacionados con la versión oficial del presidente Petro, quien ha calificado la situación como parte de un complot internacional en su contra. Leyva asegura que las acusaciones presidenciales son «delirantes», y que existe una estrategia para involucrarlo en una investigación judicial.
En respuesta, Leyva anunció que llevará el caso ante instancias internacionales, donde buscará apoyo para denunciar lo que considera una «violenta persecución» por parte del Gobierno.
La disputa no parece tener un desenlace cercano, y la confrontación entre Leyva y Petro se agudiza con cada nueva declaración. Con el futuro político en juego, la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrolla este enfrentamiento.
