«Atado durante cuatro días»: impactantes revelaciones sobre el secuestro de Lyan Hortúa

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Las declaraciones de su padrastro revelan la angustiante experiencia del menor

 

La incertidumbre y el miedo marcaron los días de cautiverio de Lyan Hortúa, el niño secuestrado durante más de diez días por disidencias de las Farc en Jamundí. Aunque su liberación fue celebrada por figuras públicas y ciudadanos, los detalles de su reclusión han estremecido a quienes siguen su caso.

Jorsuar Suárez, padrastro de Lyan, fue uno de los primeros en confirmar lo que el menor soportó durante su secuestro: «Lo tuvieron amarrado cuatro días», confesó. La familia tuvo dos videollamadas con él, donde intentó transmitir calma asegurando que estaba bien y que lo trataban con respeto.

La historia de Lyan se entrelaza con la de su padrastro, quien también vivió el terror del secuestro durante 18 días antes de ser liberado por intermediación de diferentes entidades. Sorprendentemente, Suárez expresó que la familia ha decidido perdonar a los captores del menor, aunque aún no comprende cómo lograron entrar a su casa, protegida por varios filtros de seguridad.

El niño fue trasladado a la Clínica Valle del Lili tras su liberación, donde especialistas han estado verificando su estado de salud. La esperanza es que la angustia de esos días no deje secuelas en su bienestar.

El caso de Lyan Hortúa no solo ha despertado solidaridad, sino también indignación. La comunidad permanece alerta ante la creciente amenaza de los grupos armados y la vulnerabilidad de las familias en zonas afectadas por la violencia. Mientras tanto, el pequeño intenta recuperar la calma, dejando atrás un capítulo marcado por el miedo y la incertidumbre.