“En Guyana la justicia sigue siendo esquiva”: Ubraj Narine

DESTACADO INTERNACIONALES

Por: Ubraj Narine*

Guyana se ha convertido en una nación sumida en el luto, con preguntas sin respuesta que resuenan en los corazones de las familias afligidas. Bajo el liderazgo del presidente Irfaan Ali y el vicepresidente Bharrat Jagdeo, el Gobierno del PPP ha presidido una serie de tragedias nacionales, cada una más desgarradora que la anterior, pero la justicia sigue siendo esquiva. Una y otra vez, nuestros líderes han prometido rendición de cuentas, pero solo hemos recibido palabras vacías y casos olvidados.

¿Cómo podemos empezar a sanar cuando los 19 niños que perecieron en el terrible incendio del dormitorio de la escuela Mahdia aún no han recibido justicia? Sus jóvenes vidas estaban llenas de promesas, pero se perdieron en un infierno que podría haberse evitado. ¿Dónde están las respuestas? ¿Dónde está la rendición de cuentas?

El dolor no termina ahí. Los horrendos asesinatos de Joel e Isaiah Henry, y el asesinato de Haresh Singh, conmocionaron a todo el país. Sin embargo, han pasado años y la justicia sigue dormida. ¿Qué mensaje transmite esto a nuestra juventud? ¿Que sus vidas son desechables?

La lista se alarga: Orin Boston, asesinado durante una redada policial en circunstancias turbias. Ronaldo Peters. Dan Johnson. Ricardo Fagundes, abatido a tiros en la ciudad de Linden y Georgetown. Jeremiah Gustave. Mark Harrypaul. Cada nombre es una historia, una familia destrozada, un caso sin resolver.

Ni siquiera quienes sirven a nuestra nación se salvan. Cinco soldados perecieron en un trágico accidente de helicóptero y, hasta el día de hoy, no hay ninguna actualización pública sobre la investigación de la caja negra. El silencio es ensordecedor.

Ahora, nos enfrentamos a otra horrible tragedia: la muerte de Adrianna Young, de 11 años, encontrada sin vida junto a la piscina del Hotel Double Day. Le robaron la vida, su futuro quedó anulado. Y, una vez más, las autoridades ofrecen poco más que declaraciones vagas y demoras en las investigaciones.

El Gobierno del PPP ha incumplido uno de los deberes más básicos del liderazgo: proteger a su pueblo e impartir justicia cuando esa protección falla. En cambio, observamos patrones de demora, negación y desvío. Estos no son incidentes aislados. Son síntoma de un sistema que parece no estar dispuesto, o no ser capaz, de garantizar justicia para todos los guyaneses.

No podemos permitir que estas vidas queden en el olvido. Debemos exigir más a quienes ostentan el poder. La justicia retrasada es justicia denegada, y en Guyana, la justicia se ha denegado demasiadas veces a demasiadas familias.

El pueblo de esta nación está observando. Estamos de luto. Estamos indignados. Sobre todo, queremos justicia. No mañana. No el año que viene. ¡Ya!

*Pt. Ubraj Narine, JP, COA
Ex Sargento de Estado Mayor (GDF), Alcalde
Ciudad de Georgetown