El Gobierno del presidente Gustavo Petro alista una nueva reforma tributaria que incluirá un cambio significativo: por primera vez, se buscará imponer impuestos a las actividades comerciales de las iglesias, una propuesta que ha generado debate en diferentes sectores del país. Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Germán Ávila, quien explicó que la medida no afectará el ejercicio del culto religioso, sino que se centrará exclusivamente en las actividades económicas desarrolladas por estas instituciones.
No se gravará el culto, sino las actividades comerciales
De acuerdo con el ministro Ávila, la iniciativa no pretende en modo alguno gravar la fe ni limitar la libertad religiosa, derechos protegidos por la Constitución, sino establecer un marco tributario justo para actividades que tienen un carácter claramente comercial. “Las actividades comerciales que no estén asociadas directamente al culto religioso tendrán impuesto como todas las actividades comerciales”, afirmó el jefe de la cartera de Hacienda, subrayando que la intención es tratar estas acciones de la misma forma que cualquier otro negocio en el país.
Entre los ejemplos mencionados por Ávila se encuentran la venta de productos, servicios y eventos organizados por iglesias que generan ingresos, pero que hasta ahora han estado exentos de tributación. La reforma apunta a que esos ingresos se integren dentro de la base gravable nacional, en igualdad de condiciones con cualquier otra empresa o entidad comercial.
Ampliar la base tributaria
La propuesta hace parte de un esfuerzo del Gobierno Nacional por ampliar la base de recaudo tributario en Colombia, identificando sectores que históricamente han gozado de beneficios fiscales. “Hay sectores económicos que tradicionalmente no tributan o tienen un nivel de tributación muy bajo. El sector de juegos de azar, por poner un ejemplo, también creemos que puede contribuir”, afirmó Ávila, destacando que las iglesias no deben ser una excepción cuando sus actividades van más allá de lo estrictamente religioso.
Según el Estatuto Tributario colombiano, las entidades religiosas están exentas del impuesto sobre la renta y del impuesto de industria y comercio (ICA), dado su carácter sin ánimo de lucro. Sin embargo, el Gobierno considera que estas exenciones no deben aplicarse a actividades con fines lucrativos, aunque sean ejecutadas por instituciones religiosas.
Más de 11.000 iglesias registradas
En Colombia hay registradas más de 11.000 iglesias ante el Ministerio del Interior, de las cuales más de 6.000 están inscritas en la Oficina de Asuntos Religiosos. A estas se suman las 5.552 parroquias de la Iglesia Católica, 13 arquidiócesis y 56 diócesis, que conforman una red institucional con una fuerte presencia territorial y social.
Aunque no todas las iglesias realizan actividades económicas significativas, algunas congregaciones sí obtienen ingresos relevantes por medio de canales como librerías, centros educativos, venta de objetos religiosos, emisoras, alquiler de espacios, entre otros. Estas fuentes de financiamiento han estado tradicionalmente libres de impuestos, lo que el Gobierno ahora pretende revisar.
Tratamiento equitativo para todas las confesiones
Germán Ávila aseguró que la medida aplicará por igual a todas las comunidades religiosas, sin distinción entre católicos, protestantes, evangélicos u otros credos. “Hay muchas actividades comerciales de las iglesias cristianas y de todos los cultos religiosos”, recalcó, reiterando que el objetivo es establecer reglas equitativas y no discriminatorias.
Asimismo, el funcionario subrayó que el enfoque del proyecto será técnico y prudente, con el fin de no generar tensiones innecesarias en sectores que podrían considerar la medida como una amenaza a la libertad religiosa. “No voy a precisar más detalles porque eso hará parte del análisis que estamos haciendo y que será presentado oportunamente, con todo el cuidado”, añadió Ávila.
En manos del Congreso
La responsabilidad final sobre esta medida recaerá en el Congreso de la República, que deberá debatir y aprobar la nueva reforma tributaria. Cabe recordar que la última propuesta presentada por el Ejecutivo en diciembre de 2024 fue rechazada, lo que ha llevado al equipo económico a replantear y afinar los ejes del nuevo proyecto.
Ávila manifestó que la inclusión del sector religioso es solo una de varias medidas previstas en el paquete de reforma, que también busca mejorar el recaudo entre plataformas digitales y otros sectores poco regulados hasta el momento.
Un debate que apenas comienza
La propuesta, aunque aún no ha sido radicada formalmente, ya ha despertado reacciones en distintos sectores políticos, religiosos y sociales. Algunos líderes religiosos han manifestado preocupación por el posible impacto en sus obras sociales y misioneras, mientras que analistas económicos consideran que es un paso hacia un sistema tributario más justo y moderno.
Por ahora, el Gobierno insiste en que no se trata de atacar a las iglesias ni de restringir la libertad de culto, sino de establecer un marco legal que permita gravar únicamente aquellas actividades que operan bajo una lógica empresarial.
En las próximas semanas, se espera que el Ministerio de Hacienda revele los detalles completos del proyecto, que será uno de los ejes centrales de la agenda legislativa del segundo semestre del año.