Detención en un centro de inmigración desata indignación y cuestionamientos legales
Artículo: El alcalde de Newark, Ras Baraka, fue arrestado el viernes en el centro de detención Delaney Hall, desencadenando una ola de protestas e incertidumbre legal. Retenido durante horas tras manifestarse contra la apertura de la instalación, su liberación poco después de las 8 p.m. avivó el debate sobre el derecho a la protesta y el alcance del poder federal.
«Yo no hice nada malo», afirmó Baraka al salir de un vehículo oficial, rodeado de seguidores exigiendo explicaciones sobre su arresto. La protesta, inicialmente pacífica, se tornó tensa cuando agentes de ICE bloquearon el acceso de Baraka y una delegación del Congreso a la instalación, generando un enfrentamiento verbal que culminó en su detención.
El Departamento de Seguridad Nacional justifica el procedimiento bajo alegaciones de intrusión ilegal, mientras testigos aseguran que el alcalde ya se encontraba en la zona pública cuando fue esposado. «No arrestaron a nadie más, solo al alcalde», denunció Linda Baraka, su esposa, sugiriendo una motivación política detrás del operativo.
En medio del creciente escrutinio, la fiscal federal interina, Alina Habba, sostiene que Baraka ignoró reiteradas advertencias antes de ser detenido. Sin embargo, el video del altercado muestra al alcalde fuera de la zona de seguridad, conversando con manifestantes antes de ser rodeado por agentes y llevado bajo custodia.
Con el futuro político de Baraka en juego y la indignación pública en aumento, el caso pone sobre la mesa el debate sobre el uso de fuerza en protestas y el derecho de los funcionarios a oponerse a políticas federales.