El campeón del Abierto de Australia vuelve con fuerza mientras las dudas persisten
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Con la mirada de todo el mundo puesta sobre él, Jannik Sinner regresó este sábado a la competencia tras una suspensión de tres meses por dopaje. Su vuelta no pudo ser más contundente: una victoria por 6-3, 6-4 ante el argentino Mariano Navone en el Abierto de Italia, con un público que lo recibió como un héroe.
El número uno del mundo enfrentó su primer partido en más de 100 días y mostró la confianza de un campeón. Con apenas tres juegos, aseguró haber recuperado su enfoque competitivo, disipando —al menos en la cancha— parte de las dudas que lo acechaban.
El regreso de un ídolo en medio de la controversia
Desde su salida por suspensión, el tenis mundial ha estado dividido. Si bien Sinner sostiene que cualquier atleta enfrentaría dudas en su retorno, muchos de sus colegas consideran que su castigo fue demasiado leve.
Su suspensión, originada por una contaminación accidental con un esteroide anabólico prohibido, se resolvió con un acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje que permitió su regreso justo a tiempo para el torneo de Roma, evitando la ausencia en un Grand Slam.
Una multitud rendida ante su ídolo
Más de 10,500 aficionados se congregaron en el Foro Itálico vestidos de naranja, el color característico de Sinner. Cada golpe que aterrizaba cerca de la línea desataba cánticos de “¡Sinner, Sinner!” mientras pancartas de bienvenida adornaban las gradas.
El ambiente fue electrizante, con seguidores que no solo celebraban su regreso, sino que parecían dispuestos a dejar atrás cualquier polémica. Sin embargo, en los pasillos del torneo, el debate sigue latente: ¿fue justa su sanción?
Mirando hacia adelante, sin mirar atrás
La victoria de Sinner extendió su racha ganadora a 22 partidos consecutivos, una marca impresionante que pone en perspectiva su estado de forma.
Ahora, el italiano enfrentará al holandés Jesper De Jong en su siguiente encuentro. Si la tensión fuera menor, este podría ser simplemente un regreso más. Pero la sombra de la controversia aún persiste, y con cada victoria, la historia de Sinner sigue sumando capítulos.
