Expertos advierten sobre las posibles implicaciones de suspender este derecho fundamental.
La democracia estadounidense enfrenta una nueva controversia con la reciente declaración de Stephen Miller, asesor clave del presidente Donald Trump. En una medida sin precedentes en tiempos recientes, la Casa Blanca estaría evaluando la eliminación del habeas corpus para migrantes, una garantía constitucional que protege contra detenciones arbitrarias.
El anuncio ha desatado alarmas entre defensores de derechos humanos y constitucionalistas. La suspensión del habeas corpus, históricamente reservada para casos extremos de guerra o crisis nacional, ha sido presentada como respuesta a lo que el Gobierno califica de «invasión migratoria». Sin embargo, expertos advierten que esta acción podría sentar un precedente peligroso.
Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), advierte que más allá de la afectación directa a los migrantes, «también sería un terrible precedente para la democracia estadounidense».
Ernesto Castañeda, director del Laboratorio de Inmigración de la American University, coincide en que la medida podría tener un impacto más amplio: «Suspender el habeas corpus en todo el país podría incluir a ciudadanos estadounidenses de cualquier origen, no solo a migrantes».
El Congreso, con mayoría republicana, no ha reaccionado con oposición firme, dejando a la prensa como uno de los últimos bastiones de escrutinio sobre esta posible decisión.
En medio de la creciente tensión política y social, analistas advierten que este intento de concentración de poder en el Ejecutivo es una amenaza no solo para los derechos de los inmigrantes, sino para la estabilidad democrática de EE. UU.
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