Por Ubraj Narine*
Estimado editor,
Las recientes declaraciones del vicepresidente Bharrat Jagdeo en Babu John en Berbice han generado preocupación sobre su compromiso con la democracia. Además, estos comentarios arrojan luz sobre el miedo profundamente arraigado de Jagdeo y su dependencia del poder estatal, revelando un aspecto preocupante de su carácter político.
La democracia prospera cuando los líderes respetan los derechos de los partidos de oposición, alientan el pluralismo político y mantienen igualdad de condiciones para todas las partes interesadas. Sin embargo, las declaraciones de Jagdeo en Babu John demuestran un flagrante desprecio por estos valores democráticos fundamentales. Al utilizar un lenguaje divisivo y presentar a quienes no están de acuerdo con él como amenazas a su régimen, es innegable que Jagdeo está socavando los principios democráticos.
La oposición, ya sea en forma de partidos políticos o voces individuales, desempeña un papel crucial a la hora de exigir responsabilidades al gobierno. Al etiquetar a críticos y disidentes como enemigos, Jagdeo busca sofocar el debate político genuino. Este enfoque sólo fomenta un ambiente de miedo e intimidación, erosionando los cimientos de una democracia saludable.
Los comentarios de Jagdeo no sólo reflejan una falta de respeto por los valores democráticos, sino que también exponen su miedo profundamente arraigado y su dependencia del poder estatal para sobrevivir. Un verdadero estadista debe estar dispuesto a entablar un diálogo abierto, tolerar la disidencia y abordar las preocupaciones legítimas planteadas por los ciudadanos. Sin embargo, su renuencia a participar en críticas y diálogos constructivos indica un ego frágil que no puede resistir el escrutinio.
Al recurrir a una retórica incendiaria e intentar silenciar las voces de la oposición, Jagdeo revela su temor a perder el control sobre la maquinaria estatal. Este aferrarse al poder a toda costa es extremadamente preocupante, ya que demuestra una falta de confianza en el proceso democrático y un desprecio por la voluntad del pueblo.
Los comentarios de Jagdeo en Babu John representan un claro peligro para el tejido democrático de nuestra nación. La democracia florece cuando los líderes fomentan un entorno de inclusión, respeto por las diversas perspectivas y diálogo abierto. Sin embargo, al intentar suprimir los puntos de vista opuestos y etiquetarlos como enemigos, Jagdeo sienta un precedente peligroso.
Una democracia saludable requiere líderes que puedan resistir el escrutinio y alentar las voces disidentes, ya que a menudo contribuyen a un proceso de toma de decisiones más equilibrado y eficaz. La actitud de Jagdeo, por otra parte, plantea una amenaza directa a estos principios democráticos.
*Pt. Ubraj Narine, JP, COA
Ex sargento de personal (GDF), ex alcalde
Ciudad de Georgetown, Guyana.
