Las balas nunca callarán las ideas de Jaime Garzón

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Por: Jaime Guzmán

Hoy es un día triste para el periodismo colombiano. La injusticia sigue reinando, y la pérdida de quienes luchan y luchan por la verdad, como Jaime Garzón, nos deja preguntándonos: ¿Hasta cuándo?

Más que un político, Jaime Garzón era un artista e intelectual del humor político y crítico, un hombre que personificaba la verdad y la realidad del país.

A pesar de haber sido asesinado, Jaime Garzón fue un gran héroe que no necesitó máscara ni capa para enfrentarse a la realidad nacional en los medios.

Lejos de ser un egocéntrico de ocasión, destapaba los extraños movimientos del gobierno.

A este ser pensante lo acribillaron por desmantelar y apuntar siempre al blanco más oscuro de la realidad colombiana.

Su periodismo melodramático será recordado por siempre. Aunque lo tildaban de ridículo, en Colombia aún no nos damos cuenta de que somos el espejo del hombre que cada cuatro años se sube al atril, lanzando discursos como flores que salen de su boca, sin percatarse de que estas traen veneno.

Por ello, la misión del héroe no es satisfacer su ego, sino responder a la necesidad de todo un pueblo. Sus leyendas nunca mueren.