Paramédico del Manchester City enfrenta cargos por robo de bienes deportivos de alto valor

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David McNally, un paramédico de 47 años con una extensa trayectoria en el Servicio de Ambulancias del Noroeste (NWAS), enfrenta graves cargos tras admitir haber robado equipamiento y objetos de valor del Etihad Stadium, donde trabajó durante cuatro años como parte del equipo médico en los días de partido del Manchester City.

Los artículos sustraídos incluyen camisetas firmadas por jugadores del primer equipo, botines de fútbol personalizados, uniformes, material médico y recuerdos autografiados, que posteriormente McNally vendió por internet. Entre los objetos más destacados en su poder se encontraron ocho camisetas autografiadas, valoradas en total en 8.000 libras (aproximadamente 10.000 dólares), y botas diseñadas para futbolistas como Sergio Agüero y Aymeric Laporte.

Prolongado abuso de confianza

La fiscalía, liderada por Steve Woodman, describió el caso como un “abuso significativo de confianza” perpetrado durante un «período prolongado de tiempo». McNally aprovechó su acceso al vestuario y otras áreas restringidas del estadio para apropiarse de bienes de alto valor económico y simbólico. El valor total de los objetos robados ha generado disputa en el tribunal. Mientras que la fiscalía estima una pérdida de aproximadamente 100.000 libras (126.638 dólares), la defensa argumenta que la cifra real no supera las 75.000 libras (95.000 dólares). Además, se afirmó que las ganancias obtenidas por McNally a través de la venta de estos bienes en internet ascendieron a 24.676 libras (31.249 dólares).

El esquema comenzó a desmoronarse en febrero de 2023, cuando un chándal perteneciente a una jugadora del equipo desapareció del estadio. Las cámaras de seguridad identificaron a McNally como sospechoso, lo que llevó a una investigación interna del club. Posteriormente, la policía ejecutó una orden de registro en su domicilio, donde se halló una “gran cantidad” de bienes robados, incluidos bolsas de viaje, equipos de nutrición y otras prendas deportivas.

Respuesta judicial y las posibles penas

El caso llegó al Juzgado de Magistrados de Manchester el 11 de diciembre de 2024, donde McNally admitió los cargos. Durante la audiencia, la defensa, liderada por Kirsty Cobey, presentó al acusado como un hombre de buen carácter, sin antecedentes penales y con una destacada trayectoria profesional como paramédico. Cobey también mencionó que McNally enfrentaba “desafíos personales” que podrían ofrecer atenuantes significativas, aunque no se proporcionaron detalles específicos al respecto.

El presidente del tribunal, Matthew Ainsworth, decidió aplazar la audiencia para permitir la elaboración de un informe previo a la sentencia. También evaluó la posibilidad de transferir el caso al Tribunal de la Corona si se considera que la sentencia supera las competencias del Juzgado de Magistrados. McNally regresará a la corte el 11 de febrero de 2025 y enfrenta la posibilidad de una pena de prisión.

Impacto en el club y medidas preventivas

El Manchester City no ha emitido comentarios oficiales sobre el caso, pero ha tomado medidas para reforzar la seguridad interna y prevenir futuros incidentes similares. El club considera que los objetos sustraídos no solo tienen un alto valor monetario, sino también un profundo significado para los jugadores y los aficionados.

Entre los bienes más destacados se encontraba una pancarta autografiada de la campaña de la Liga de Campeones 2021/22, un objeto que simboliza uno de los momentos más importantes en la historia reciente del club. Este tipo de robos no solo afecta las finanzas del equipo, sino también la confianza depositada en el personal que trabaja en el estadio.

El caso de McNally pone en evidencia los riesgos de abuso de confianza en instituciones deportivas de alto nivel. La posibilidad de que una persona con acceso privilegiado cometa este tipo de actos subraya la necesidad de implementar medidas más estrictas de control y supervisión.

A medida que se espera la resolución judicial en febrero de 2025, el caso servirá como un recordatorio de la importancia de proteger los bienes y el legado de organizaciones como el Manchester City, que representan no solo un negocio multimillonario, sino también una fuente de pasión y orgullo para millones de aficionados en todo el mundo.