Ambos Gobiernos dialogaron sobre migración, cooperación y la integración latinoamericana, en un contexto marcado por la crisis en Venezuela y el retorno de Trump al poder en EE. UU.
En un encuentro que refleja el fortalecimiento de los vínculos entre Colombia y México, el presidente colombiano, Gustavo Petro, y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, se reunieron en el Palacio Nacional este lunes para avanzar en una agenda bilateral centrada en la cooperación y la integración regional. Este encuentro marca la tercera reunión entre ambos mandatarios en los últimos tres meses y pone de manifiesto la intención de ambos países de trabajar juntos en una Ámérica Latina más unida y coordinada.
La reunión tuvo como eje principal la crisis migratoria, un tema de gran relevancia para ambos Gobiernos. Las delegaciones colombiana y mexicana alcanzaron acuerdos para mejorar la gestión de los flujos migratorios mediante el intercambio de información, y se abordó la necesidad de ofrecer un trato más digno a los colombianos que transitan por los aeropuertos mexicanos. Este aspecto ha sido una fuente de tensión en el pasado y, con estos acuerdos, se busca reducir las fricciones bilaterales.
Unidad progresista y retos regionales
Durante el encuentro, Claudia Sheinbaum destacó la importancia de la unidad entre los Gobiernos progresistas de la región, en un contexto marcado por la crisis política en Venezuela y la incertidumbre ante el posible regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos. Aunque evitó referirse de manera directa a estos desafíos, enfatizó que “Colombia y México trabajan en una América Latina más unida”. Por su parte, la presidencia colombiana reforzó este mensaje y subrayó la necesidad de una mayor coordinación regional frente a los retos globales.
Este esfuerzo por construir un frente progresista regional se ha reflejado también en las reuniones anteriores de Petro con Sheinbaum y Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil. En conjunto, los tres líderes han buscado articular respuestas comunes a la crisis política en Venezuela, aunque con ciertas diferencias. Mientras Petro ha sido más crítico con la falta de transparencia en las elecciones venezolanas, México ha adoptado una postura más mesurada y distante.
Simbolismos históricos y colaboración bilateral
Además de los acuerdos migratorios, los mandatarios también pactaron colaborar en la búsqueda de los restos de José María Melo, un líder independentista y expresidente de Colombia, con el objetivo de fortalecer los lazos históricos entre ambas naciones. Este gesto simboliza el esfuerzo por anclar la alianza política en valores compartidos y en una narrativa histórica que refuerce el compromiso de ambos Gobiernos con una región más integrada.
En paralelo a la reunión de alto nivel, una delegación encabezada por el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, sostuvo conversaciones con su homólogo mexicano, Juan Ramón de la Fuente. En estas discusiones, se enfatizaron tres pilares principales: migración, cooperación y unidad regional. Este diálogo también incluyó el compromiso de organizar una mesa de trabajo conjunta para fortalecer el control de fronteras y abordar los desafíos planteados por el crimen organizado en las zonas limítrofes.
Contexto regional y tensiones con Venezuela
La visita de Petro a Ciudad de México también estuvo marcada por el contexto político de la región, especialmente la crisis en Venezuela. La diplomacia colombiana reafirmó su postura de no reconocer a ningún ganador en las elecciones venezolanas sin actas electorales, aunque manteniendo relaciones diplomáticas con Caracas. Venezuela, además, sigue siendo un actor clave en las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN, lo que subraya la complejidad de las relaciones en la región.
La reunión también coincide con la proximidad de la toma de posesión presidencial en Venezuela, prevista para el 10 de enero, y con los esfuerzos continuos de Colombia por encontrar una solución dialogada a la crisis poselectoral en ese país. Con cerca de tres millones de venezolanos en su territorio, Colombia es el principal receptor de la diáspora venezolana, lo que subraya la importancia de una respuesta coordinada en el ámbito regional.
Relaciones bilaterales y perspectivas futuras
En los últimos dos años, Petro ha mantenido una relación cercana con el Gobierno de México, primero bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum. Ambos países han buscado consolidar una agenda progresista que aborde temas como el problema de las drogas y la biodiversidad. En este sentido, la cooperación bilateral promete seguir profundizándose en los próximos meses.
Aunque la visita de Petro a México estuvo rodeada de cierta dosis de sorpresa, debido a que aparentemente se planeó con poca anticipación, el encuentro reafirma la voluntad de ambos mandatarios de trabajar juntos para enfrentar los retos comunes de la región. A medida que avanzan las iniciativas conjuntas, queda claro que la alianza entre Colombia y México jugará un papel crucial en la configuración del panorama político y social de América Latina.