Explosiones, heridos y un aniversario marcado por el terror en el suroeste colombiano
El departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, vivió una jornada de horror tras una serie de atentados perpetrados por las disidencias de las FARC. Los ataques, que dejaron al menos 19 heridos, cuatro de ellos de gravedad, coincidieron con el 17° aniversario de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias «Tirofijo», histórico comandante de la guerrilla.
Uno de los atentados más impactantes ocurrió en Piendamó, donde una motocicleta cargada con explosivos detonó cerca de una estación de policía, causando graves daños a locales comerciales y dejando a varias personas heridas. Cámaras de seguridad captaron el momento de la explosión, que evidenció la magnitud del ataque. Las víctimas más graves fueron trasladadas a un hospital en Popayán, según informó el gobernador Octavio Guzmán.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó los hechos como actos de terrorismo, señalando que las disidencias buscan imponer un régimen de violencia en zonas estratégicas para el narcotráfico. Cauca, considerado un bastión del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, ha sido escenario de constantes enfrentamientos y ataques desde que el grupo se apartó del proceso de paz con el gobierno de Gustavo Petro.
La escalada de violencia incluyó ataques simultáneos en municipios como Toribio, Corinto y Santander de Quilichao, donde instalaciones policiales y zonas civiles fueron blanco de explosivos. En Suárez, drones cargados con explosivos impactaron cerca de un hospital, dejando seis heridos, entre ellos un niño.
Estos actos de terror subrayan la fragilidad de la paz en regiones históricamente afectadas por el conflicto armado. Mientras las autoridades intentan contener la violencia, la población del Cauca enfrenta una realidad marcada por el miedo y la incertidumbre. La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la seguridad en Colombia, un país que aún lucha por consolidar la paz tras décadas de guerra.