El representante demócrata Shiri Thanedar, del Distrito 13 de Michigan, presentó una solicitud formal al Congreso de los Estados Unidos para iniciar un proceso de destitución contra el presidente Donald Trump, al considerar que el mandatario ha incurrido en múltiples actos que, según él, violan la Constitución y deben ser penalizados.
En un comunicado publicado en su sitio web, Thanedar afirmó que “Trump representa un peligro claro y presente para la Constitución” y aseguró que el Congreso no puede seguir esperando mientras “se producen más daños”. La petición llega justo en la víspera de que Trump cumpla sus primeros 100 días de gobierno en su nuevo mandato.
Sin embargo, medios como El Diario NY advierten que el camino hacia una eventual destitución es altamente improbable, debido a la composición actual del Congreso, de mayoría republicana, lo que representa un gran obstáculo para que la propuesta de Thanedar avance.
El legislador demócrata presentó siete cargos formales, conocidos como artículos de juicio político, que constituyen la base de su iniciativa. Entre ellos se incluyen obstrucción a la justicia, usurpación del poder de asignaciones presupuestarias, abuso de poder en temas comerciales e incursiones internacionales, como la imposición de aranceles que, según Thanedar, resultaron “económicamente perjudiciales” y la amenaza de una intervención militar en países soberanos.
Además, se acusa al presidente de violar derechos protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución y de crear una oficina gubernamental “ilícita”. Esta última acusación hace referencia al controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el empresario Elon Musk, el cual promueve un agresivo programa de recortes federales.
Pese a la escasa posibilidad de éxito, Thanedar subrayó la importancia de sentar un precedente: “El Congreso debe actuar. No podemos normalizar conductas ilegales desde la presidencia”.
Este intento marca el primer esfuerzo formal por parte de un legislador de destituir a Trump desde su retorno al poder, abriendo un nuevo capítulo en la polarizada política estadounidense.