Estados Unidos y China pactan reducir aranceles por 90 días y abren vía a un acuerdo mayor

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Una tregua tensa: el acuerdo comercial temporal entre las dos potencias podría evitar una recesión global, pero el riesgo de una ruptura sigue latente.

Artículo: En un giro inesperado, marcado por la tensión acumulada de meses de escalada comercial, Estados Unidos y China han anunciado una tregua arancelaria de 90 días, pactada tras intensas negociaciones a puerta cerrada en Ginebra. La medida, que rebaja significativamente los gravámenes que ambas naciones se han impuesto mutuamente, busca frenar un conflicto económico que amenaza con arrastrar al mundo entero a una recesión.

El anuncio llegó el lunes, con una mezcla de alivio y suspenso. La Casa Blanca informó que Estados Unidos reducirá del 145 % al 30 % los aranceles sobre productos chinos, mientras que Pekín hará lo propio, rebajando del 125 % al 10 % los impuestos sobre bienes estadounidenses. Aunque los mercados financieros reaccionaron con entusiasmo, los expertos advierten que se trata apenas de una pausa en una guerra comercial con múltiples frentes aún abiertos.

Un acuerdo inesperado en un momento crítico

Durante semanas, los aranceles habían escalado a niveles preocupantes, afectando el comercio bilateral entre las dos potencias económicas. La administración Trump había elevado los impuestos sobre las importaciones chinas hasta un 145 %, mientras Pekín había respondido con gravámenes del 125 %.

Sin embargo, tras una serie de intensas negociaciones en Ginebra, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, alcanzaron un consenso con sus homólogos chinos para desactivar la crisis comercial.

«Muchos inversores no estaban preparados para un desenlace tan positivo», afirmó Jeff Buchbinder, estratega jefe de acciones en LPL Financial. «El mercado simplemente no tenía estas cifras en su radar.»

Wall Street celebra, pero las dudas persisten

El optimismo se reflejó inmediatamente en las bolsas. Las acciones tecnológicas lideraron las ganancias y el sentimiento del mercado favoreció el petróleo, con el crudo estadounidense escalando un 1,52 % hasta los US$ 61,95 por barril, mientras el Brent subió 1,64 % a US$ 64,96.

Sin embargo, el pacto no resuelve cuestiones fundamentales como la propiedad intelectual, la manipulación cambiaria o los desequilibrios estructurales en la balanza comercial. La pregunta clave ahora es si esta tregua representa un acuerdo duradero o una pausa estratégica.

«El marco de diálogo abierto entre ambas potencias es exactamente lo que Wall Street esperaba ver», señaló la estratega Carol Schleif, de BMO Private Wealth.

Conclusión

El acuerdo es una cuerda floja. Un alivio para las empresas, un respiro para los mercados, pero también un recordatorio de lo volátil que puede ser el equilibrio entre dos gigantes que aún no han resuelto sus diferencias fundamentales.

Las próximas semanas serán decisivas. Y el mundo, expectante, no apartará la mirada.