LA COLUMNA DEL SENADOR. Salvavidas a las VIS

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Por José David Name

En una angustiosa encrucijada se encuentran miles de familias colombianas de estratos 1, 2 y 3 que le apostaron a cumplir el sueño de tener casa propia y hoy no saben si podrán realizarlo. Es que el complejo panorama que vive hoy el sector de la construcción a nivel nacional, continúa sumando enormes pérdidas, en medio de una problemática que ha encendido las alarmas por los efectos que tendría sobre el desarrollo económico y social del país.

Si bien desde el 2021 el sector comenzó a registrar un exagerado aumento en los costos de muchos insumos de construcción, ha sido a inicio de este 2023, cuando la industria se ha empezado a quedar sin aire. El decrecimiento en la construcción de viviendas, asociado a múltiples factores como el alza en las tasas de interés, la inflación, el aumento en los costos de producción, la incertidumbre que generan las nuevas políticas del Gobierno, entre otros, amenazan no solo con afectar el acceso de los colombianos a la vivienda digna, sino también con disminuir de manera dramática el empleo.

Asimismo, los cambios anunciados recientemente por el Ministerio de Vivienda, en lo referente al programa “Mi Casa Ya”, que se viene desarrollando desde 2015, han generado un enorme manto de dudas. Entre los ajustes que pretenden realizar están: que solo se otorgarán subsidios para compra de casa o apartamento nuevo de interés social o prioritario; que quienes apliquen no deben haber recibido otro subsidio de vivienda y tampoco tener propiedades a su nombre; también el diligenciamiento de la encuesta Sisbén IV y contar con una clasificación igual o inferior a D11 para hogares urbanos y D20 si reside en áreas rurales.

De acuerdo con la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), en estos momentos hay 40 mil hogares que no han podido recibir su casa por el retraso en la entrega del subsidio “Mi Casa Ya”. Una parálisis que le está costando al país unos $75.000 millones mensuales. Esta falta de recursos para cumplir con la asignación y los desembolsos de subsidios de ‘Mi Casa Ya’, es según Coordenada Urbana, lo que ha generado el represamiento de 40 mil VIS terminadas.

A pesar de que es loable el propósito del Gobierno, de priorizar las entregas de subsidios a las poblaciones más vulnerables, que están ubicadas en zonas rurales y municipios pequeños, en el nuevo programa se desconoce el compromiso con las miles de familias que se encontraban por concluir su trámite de compra, quienes hoy se debaten entre dejar perder parte de su inversión de la cuota inicial o asumir los costosos incrementos que se le han trasladado a las viviendas.

Teniendo en cuenta que se trata de un sector que anualmente viene produciendo 250.000 viviendas y aportando el 20% del empleo del país, es más que urgente buscar estrategias para mitigar las actuales problemáticas, entre ellas asegurar la financiación completa del programa “Mi Casa Ya”, para que más familias colombianas de escasos recursos tengan la oportunidad de acceder a su vivienda propia y mejorar su calidad de vida. Así como también, generar mayor seguridad en las políticas públicas del Gobierno de Gustavo Petro. Son enormes, más no imposibles de superar, los desafíos que tiene el sector de la construcción.