Glorias del fútbol colombiano están indignadas. Una campaña publicitaria explotó sus nombres sin autorización

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*Dicen que una campaña publicitaria explotó sus nombres sin autorización. *Se volvieron a alinear, como en los viejos tiempos, para jugársela en los tribunales reclamando por el uso de sus imágenes.

Las más importantes leyendas del fútbol colombiano de la talla de Carlos ‘el Pibe’ Valderrama, Willington Ortiz, Faustino ‘el Tino’ Asprilla, Arnoldo ‘el Guajiro’ Iguarán, Óscar Córdoba, Adolfo ‘el Tren’ Valencia, Faryd Mondragón, Nicole Regnier y Vanessa Córdoba, quienes hace rato colgaron los guayos, decidieron salir del retiro y saltar a la cancha de los tribunales judiciales para reclamar por el uso no autorizado de su imagen.

No están dispuestos a dejarse sacar la tarjeta roja y van por los tres puntos. Unos muñecos de plástico, que no superan los tres centímetros, se convirtieron en el motivo de la discordia de un millonario litigio judicial. Las figuras, tipo Lego, recreaban las entrañables glorias de la Selección y recordaban los mejores tiempos de la banda tricolor, pero a los exjugadores nunca se les consultó, no recibieron ni un peso, fue un negocio entre Bancolombia y la Federación Colombiana de Fútbol, en el que los sacaron de taquito.

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Los jugadores se convirtieron en figuras coleccionables y fueron entregados a los clientes más fieles de Bancolombia, uno de los patrocinadores oficiales de la Selección. Según contaron a la revista SEMANA, la sorpresa fue mayúscula cuando los ídolos vieron su rostro y nombre en estos pequeños muñequitos.

Nadie les preguntó si querían formar parte de la campaña publicitaria o si prestaban su imagen. Mucho menos firmaron un contrato. Por eso, ahora reclaman lo que consideran un justo pago; sus pretensiones van de 300 a 600 millones de pesos, pero lo que quieren, de fondo, es sentar un precedente sobre el uso de su imagen. Según contaron, ni siquiera por las mínimas normas de cortesía fueron invitados al evento de lanzamiento en mayo de 2018, como antesala a la Copa América que se iba a disputar y, mucho menos, les enviaron “el muñequito”.

Una campaña acordada entre Bancolombia y la Federación Colombiana de Fútbol, que usaba figuras tipo Lego de la selección, es la manzana de la discordia.

En total eran 32 figuras con las emblemáticas camisetas, conformando un equipo de lujo. Debido a esto, se unieron nuevamente para disputar este crucial partido. Pese a que el caso inició en 2019, los exjugadores se habían mantenido sentados en el banco y en silencio. Sin embargo, después de recibir el primer gol, cuando sus pretensiones fueron rechazadas por el juzgado 42 civil de Bogotá, tomaron la decisión de contarle su caso a SEMANA.

“Ni la Federación habló conmigo, ni yo hablé con la Federación, tomaron la decisión de coger mi imagen y hacer la publicidad”, relató Willington Ortiz, uno de los rostros más reconocidos y queridos de la selección Colombia, quien sigue sin entender por qué la Federación y Bancolombia tomaron la decisión de usar esos muñecos sin consultarlo. El Viejo Willy no dudó en señalar que su imagen fue usada de manera ilegal, puesto que nunca firmó un contrato, ni con la Selección, ni con el banco.

“Hicieron mal porque no contaron con la persona”. Una opinión que comparte Óscar Córdoba, quien sí tiene su nombre como marca registrada ante los organismos respectivos. El ex guardameta, quien disputó el Mundial de 1994, jamás firmó un contrato para ceder el uso de sus derechos de imagen a la Selección ni a ninguna marca. “Llevo casi 14 años sin haber participado en ningún compromiso con la Federación Colombiana de Fútbol”.

Arnoldo ‘el Guajiro’ Iguarán, jugador emblemático de la Selección en la década de los años ochenta, reveló que tampoco hizo un convenio ni realizó siquiera un acuerdo de palabra con la Federación para que su imagen fuera utilizada. “Como persona, uno tiene derecho a negociar y ponerle un precio a su imagen y nombre. Nunca me consultaron”.

El ex delantero, que ponía a temblar a los defensas rivales en el campo de juego, fue claro en asegurar que la respuesta que le dieron dejó más dudas que certezas: “Bancolombia alega que la Federación dio la orden, pero nosotros no pertenecemos a la Federación ni estamos en Selección desde hace mucho tiempo. Se cometió un abuso”.

Otro delantero letal, Faustino ‘el Tino’ Asprilla, no sale de su extrañeza e insiste en que su nombre y rostro fueron utilizados sin su permiso. “Nuestra imagen puede usarse siempre y cuando seamos futbolistas activos y vistamos los colores de la tricolor. De resto, no pueden utilizar la imagen de ningún futbolista, ¡de ninguno!”, le dijo el exfutbolista a Semana.

Fausto, quien se ha destacado por ser un hombre de negocios, es certero en manifestar que nunca existió un contrato con la Federación para el uso de su imagen, ni se le dio autorización para que imprimieran su nombre y rostro en las figuras. “La exigencia de nosotros es simplemente que nos tienen que dar una remuneración”.

Señalan que no fue un homenaje, reconocimiento o un gesto de buena voluntad, como pretenden presentarlo, porque los muñequitos no se regalaron, sino que se vendieron y siguen siendo comercializados, cinco años después. “Si nosotros no logramos ganar este caso me parecería injusto”, agregó el Tino, quien espera que se sienta un precedente y se establezca el respeto por los derechos de imagen y nombre.

¿Prosperará la demanda?

Después del primer revés en el estadio del juzgado 42 civil de Bogotá, los exjugadores esperan que el Tribunal les dé la razón y proteja los derechos que tienen todas las personas sobre su imagen, más si existe una apropiación con fines comerciales, como ocurrió en el caso de Bancolombia.

“Dentro de la campaña se anunció que se entregaban los muñequitos de manera individual; las instrucciones eran claras cuando se indicaba que, por el consumo de 50.000 pesos en tarjeta débito y 100.000 en la de crédito, se daba una figura y en total se entregaron 468.000 muñequitos”, explicó el abogado del caso, quien prefirió que su nombre esté en reserva. Para los demandantes, acá no existe un “error de buena fe”, como respondió la entidad bancaria. Sabían muy bien que debían contar con su autorización para usar su imagen porque la ley es muy clara y no se trata de una empresa principiante.

Carlos González Puche, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), dijo que la legislación colombiana es explícita en lo que se refiere a derechos de imagen. Esto no es exclusivo de figuras públicas, como los futbolistas, sino que cualquier particular cuya imagen o nombre se utilice sin su autorización, tiene derecho a demandar.

Esta autorización, que debe estar por escrito, debe detallar la manera en como se acordó el uso y el valor, si lo hay, que se fijó por el uso de la misma. El tema de la apropiación de derecho de imagen no puede ser visto como un acuerdo verbal o por carambola. “El dueño de la imagen es cada persona”, explicó González Puche.

Por su parte, el profesor de programas de posgrado de propiedad intelectual de la Universidad Externado de Colombia, Diego Guzmán, aseguró que el hecho de que los jugadores nunca hubieran firmado un contrato o tuvieran relación alguna con la Federación les da todas las de ganar.

“Para utilizar la imagen de un tercero es clave contar con su autorización”. Cuando esto no se presenta, “está en todo su derecho para demandar por el uso ilegítimo de imagen con fines de explotación comercial”, afirmó. Pese a que fueron contactados, y se les envió un cuestionario con cinco preguntas, tal como ellos lo requirieron, Bancolombia no emitió ningún pronunciamiento.

Semana pudo conocer que el Tribunal pronto emitirá una decisión de fondo frente a este meollo jurídico. Los exfutbolistas, que saltaron a la cancha para no perder por W, se acogen a la esperanza de que haya justicia y se les repare por los daños causados con estos muñequitos. El partido está cerca del pitazo final.